Por Stakeholders

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Con el objetivo de contribuir a la mejora de ingresos y de la calidad de vida de los agricultores del valle de Caral (Supe, Barranca), San Fernando implementó un proyecto de frutales que promueve la producción de duraznos de alto rendimiento. Actualmente los resultados son importantes, lo que permitió que la empresa de consumo masivo contacte a los productores con empresas de la industria de néctares de frutas.

De esta manera, San Fernando, además de brindar conocimientos y alternativas de cultivo, acercó a los agricultores con la empresa AJE Procesos, la cual está ubicada estratégicamente, muy cerca a la fuente de materia prima para la fabricación de pulpa de durazno. La compañía cuenta con una planta procesadora cuya capacidad es de 80 toneladas diarias, lo que permitiría que los pequeños agricultores vendan su producción de manera asociada y accedan a un mercado dinámico de transformación y exportación.

“En el 2012 se inició el proyecto de frutales y cultivo de duraznos en alta densidad, mediante el convenio de San Fernando con la Zona Arqueológica Cara (ZAC). En ese entonces, en el valle de Caral, de aproximadamente 2000 ha., los cultivos predominantes eran la caña de azúcar, maíz, espárragos, frijol, vainita, yuca, camote, papa, etc. A través del proyecto se introduce un frutal con mayor rendimiento económico para los pequeños agricultores de esta zona”, señalaron los responsables del Proyecto de Frutales de San Fernando.

Proyecto Frutales

Para el desarrollo de este proyecto se hizo una convocatoria a nivel de todo el valle y contó con un gran interés de la población. Los seleccionados asistieron al curso de capacitación (aprendiendo haciendo) en el que se sembraron 200 plantas de duraznos de diversas variedades y se les entrenó en todas las técnicas, desde la preparación del suelo hasta la primera cosecha que se dio en el 2014.

Actualmente, los beneficiarios del programa siguen recibiendo capacitación técnica y acompañamiento por parte del personal de San Fernando. “Existe mucho interés de los agricultores por aumentar los sembríos. El próximo año empezarán con la cosecha comercial y de allí se prolongará en forma repetitiva por espacio de 30 años a más”, refirieron.

Vilma Guardia, productora de duraznos en el valle de Caral del Proyecto de Frutales de San Fernando, comentó que no tenía muchos conocimientos sobre el desarrollo de cultivos. Se dedicaba a su casa y a la atención de sus dos menores hijos. “Me dedicaba a cultivar hortalizas, pero tenía mucho interés de mejorar. Logré participar del proyecto de San Fernando y actualmente tengo 800 plantas de durazno. Incluso planeo tener más plantas, estoy muy entusiasmada”, contó.

En tanto, Eugenio Cabanillas, también productor de duraznos de Caral, refirió que están en proceso de cambio ya que el cultivo es rentable. “Antes cultivaba maíz y frejol y en la actualidad, palta y caña, pero quisiera seguir creciendo en la producción de duraznos, ahora tengo 1400 plantas de esta fruta”, dijo. Agregó que necesitan más asesoramiento técnico en el momento preciso y para ello agradecen el apoyo del proyecto de San Fernando porque les enseñó a manejar mejor el desarrollo del cultivo.

La empresa de consumo masivo seguirá apoyando al valle para consolidar los conocimientos impartidos y fomentar la asociatividad. “Hasta el momento los resultados son alentadores, se incentivó el cambio de actitud en los agricultores para adoptar las tecnologías que ofrece el mercado para mejorar la producción, así como en su enfoque en el manejo orgánico amigable con el medio ambiente, para obtener productos inocuos que demanda el mercado interno y externo”, finalizó el responsable del Proyecto de Frutales de San Fernando.







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