Por: Emma Pérez
eperez@stakeholders.com.pe
Stakeholders conversó con la profesora de la Universidad del Pacífico, Arlette Beltrán, sobre la situación de los programas sociales en el Perú y el pronóstico de los mismos de caras al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible del que el país es signatario.
¿Cómo se percibe la situación de los programas sociales en esta primera etapa del actual gobierno?
Es necesario realizar una revisión exhaustiva de los programas sociales ejecutados hasta la fecha. En el Perú, tenemos una gran cantidad de programas que han abarcado diferentes problemáticas y poblaciones. Sin embargo, tenemos grandes oportunidades para mejorarlos.
¿En qué áreas considera que el Estado debería poner atención en ese proceso de revisión?
Hay dos áreas importantes en las que deberían estar centrando particular atención. La primera es la focalización y la parte operativa del programa, es decir a quiénes estoy entregando qué cosas, y cómo se está dando esa entrega final del bien o del servicio. En esa cadena hay muchos detalles que revisar y mejorar, pero para identificar bien las fallas es necesario adentrarse en el proceso mismo de la entrega del servicio o producto y de la operación del mismo.
En segundo lugar, es necesario revisar que no se estén duplicando esfuerzos. Esto es algo que no se ha logrado en el pasado, ni con gobiernos anteriores. Tenemos programas que atienden a las mismas poblaciones o a zonas similares, con los mismos bienes o servicios. Ello implica que, que otras poblaciones se queden desatendidas. Se requiere mucha coordinación interinstitucional para
lograr esto.
¿Qué factores han impedido que encontremos resultados más concretos, en menor plazo, con los programas sociales que tenemos?
No podemos ser injustos. Hemos tenido programas sociales muy buenos, cuyos avances han dado resultados. Muchos de los problemas que existen en esta área vienen por la poca focalización. Este ha sido un problema que aún no se resuelve. Tener en cuenta que existen programas que están en evaluación y revisión desde el gobierno pasado. La focalización puede ser geográfica o individual pero es necesaria y actualmente no la tenemos.
El otro factor son las fuertes filtraciones que hay en los recursos. Hablo tanto de dinero como de productos o del propio servicio. Más allá de la subcobertura que hay (que tampoco es una situación deseable), las filtraciones realmente son un pecado en un país donde los recursos no son sino escasos para los programas programas sociales. Lo más importante para este tipo de programas es llegar a las poblaciones que realmente lo necesitan, con lo que de verdad están necesitando.
Finalmente, está la parte operativa de cada programa. Una vez que identificas a la población, hay que llegar a ella en el momento oportuno, con el producto o servicio adecuado, con la calidad deseable y una distribución que responda a los requerimientos del producto y de la población. Pensemos que pueden ser programas de alimentación, salud, educación, etc. y todos deben cumplir con estándares de calidad oportunos.
¿Pudiésemos decir que la descentralización de los programas sociales es una deuda pendiente de los gobiernos anteriores?
Ciertamente se ha hablado tanto de este tema y es que nuestro país es muy complicado. Existen en el mundo geografías más simples que permiten el acceso no solo de los programas, sino de los propios bienes y servicios, de forma diferente. Acá escuchamos decir queremos “agua para todos al 100%”, pero ¿realmente pensaron en la logística que implica llevar el agua a la punta del cerro? Ahí comienza el problema. Las poblaciones están muy dispersas y hace el pro blema más complejo de lo que es. Exigirle a un programa social que llegue a las poblaciones más lejanas puede resultar hasta un poco injusto; incluso no es costo-efectivo si hablamos en términos económicos. Con ello puedo decirte que la planificación de las ciudades y con ella la de las poblaciones, siguesiendo un asunto pendiente para el Perú. Y si, esto es algo a resolver en un mediano y largo plazo, el problema es que si nunca lo hacemos, nunca llegaremos a la solución.
¿Qué implica el reordenamiento de las ciudades para los programas sociales?
Repensarse la planificación y la organización de las ciudades no es solamente un tema urbanístico y de ornamento, por el contrario, si queremos brindar todos los servicios con la calidad conveniente, es un asunto necesario. No podemos tener poblaciones que viven tan dispersas y alejadas de aquellos puntos donde resulta más fácil y menos costoso entregar dichos servicios.
A la par y como una medida a corto plazo, debemos cuidar cómo llegamos a esas poblaciones lejanas; pero siempre teniendo en cuenta que eso no es sostenible en el tiempo y menos aún si queremos ofrecer buenos productos y servicios. Lo hemos visto ya con en el programa QaliWarma y otros programas de alimentación, por ejemplo; en los que muchas veces los productos llegan en mal estado porque no hay una logística adecuada de traslado y distribución de los alimentos. Imagina aquellos lugares en los que hay que entrar con canoa y sin un buen sistema de refrigeración, es imposible cumplir el objetivo de calidad.
¿Cuál es la recomendación para ese trabajo en paralelo que sugiere?
Para redondear la idea sería bueno fijarnos en las iniciativas que llegan con un conjunto de servicios combinados. Ellas están enfocadas justamente a las zonas más alejadas y brindan la oportunidad de cubrir varias necesidades en un solo proceso o momento. Por ejemplo, el Bus del Bienestar es una infraestructura móvil que llega con salud, educación, servicios de la Reniec, alimentación, entre otros varios servicios. A este tipo de actividades se le llamaba la brigada itinerante. Claro, esto puede ser una opción de ayuda, pero hay que considerar que es una solución a corto plazo; pero en el mediano y largo plazo se tiene que repensar la planificación de las ciudades para atraer más a las poblaciones, no digo a Lima, sino a las zonas que sean de más fácil acceso en cada región.
¿Cuál es la base que sostiene a los programas sociales?
La base de cualquier programa social es la coordinación interinstitucional. Esto va a evitar el doble esfuerzo, va a ayudar en la focalización, lo que a su vez va a permitir mayor impacto en los resultados que queremos. Hay que revisar a qué poblaciones se está llegando para organizarlo de tal manera que no encontremos en la misma población y con esfuerzos similares a una ONG, al sector público central, la municipalidad y la autoridad local. Tenemos poblaciones que están desatendidas y otras que reciben varias veces el mismo esfuerzo.
En segundo lugar, hay que atender los pilares básicos de la sociedad educación, salud, alimentación y seguridad. Sin embargo, la sostenibilidad de los programas sociales tiene que ver con la atención de las poblaciones que realmente lo requieren. Podríamos dar de ejemplo el SIS que actualmente está atendiendo a gente que no lo necesita, lo que obviamente multiplica el presupuesto público. En tercer lugar, y derivado de lo anterior, hay que cuidar la focalización.
En su opinión, ¿cree que se lleguen a cumplir los objetivos al 2021 en materia de programas sociales?
No solo tenemos el reto del Bicentenario, sino que tenemos los Objetivos de Desarrollo Sostenible al 2030. Yo pienso que este gobierno si está mirando hacia esas metas como parte clave de su gestión. Si realmente se toman las riendas de los programas sociales, comprometiendo a los diferentes sectores, gobiernos regionales y locales a participar activamente, podríamos alcanzar varias de esas metas, tal vez no al 2021 pero si al 2030.
Hay varios de esos objetivos en los que hemos avanzado y otros en los que estamos muy atrasados. Ejemplo de esto es que en el índice de desnutrición se ha avanzado mucho, pero en el de anemia más bien hemos retrocedido. En cuanto a educación tanto a nivel de primaria como de secundaria se ha avanzado muchísimo; el esfuerzo de Pronabec con las becas es muy destacado y hay que continuar trabajando en ello para que no sean solo con becas sino que puedan ofrecer créditos educativos.
Hay muchas cosas por mejorar pero son cosas que se pueden hacer. Además, con el poco tiempo que ha pasado se ve que este gobierno quiere incidir en los puntos clave y sin temor, expresa voluntad y se empieza a implementar. Esto me da confianza de que si podemos cumplir con varias de las metas quizás no al 2021, pero si para el 2030.