
En un balance, ¿cuáles son los principales desafíos que encuentra en cuanto a incorporar un transporte sostenible en América Latina?
Por un lado, esta es la segunda región del mundo más urbanizada, después de Asia. De las más de 2000 ciudades de la región, tiene seis que son o serán mega-ciudades para 2030. Los países enfrentan especiales retos asociados al incremento de población urbana, que representa cerca del 82 %, además de dificultades socioeconómicas y algunas dificultades en inversiones para el sector transporte.
Por otro lado, la conectividad rural es indispensable para acercar poblaciones, y para mejorar la productividad de los países. En algunos países de la región, más del 99 % del territorio está clasificado como suelo rural, lo que muestra la importancia de abordar este punto en las discusiones.
¿Cómo se debe abordar el transporte sostenible en un escenario con estas condiciones?
La sostenibilidad en el transporte tiene tres dimensiones inseparables: económica, ambiental y social. En América Latina, los tres pilares enfrentan desafíos estructurales. Muchos países deben garantizar el acceso universal al transporte en territorios vastos con geografías complejas y presupuestos públicos limitados.
Es importante dialogar al respecto en espacios que reúnan a funcionarios públicos…
En apenas unos meses, se realizará la reunión Ministerial más grande sobre transporte en la región, organizada con la República Dominicana, el Banco Interamericano de Desarrollo y el International Transport Forum. Allí, los ministros responsables del transporte de toda la región se reunirán para debatir cómo resolver las tensiones entre decisiones para expandir la cobertura de los sistemas, hacer el mantenimiento de la infraestructura existente, o financiar soluciones modernas y limpias.
¿Qué relación hay entre contar con un sistema de transporte sostenible y el fenómeno del cambio climático?
El transporte genera aproximadamente el 23 % de las emisiones globales de CO₂ relacionadas con la energía. Desde el International Transport Forum promovemos un enfoque distinto: pasar de “predecir y proveer” a “decidir y proveer”, es decir, no simplemente asumir que la demanda de transporte crecerá inercialmente y proveer infraestructura como respuesta, sino tomar decisiones deliberadas sobre qué movilidad queremos tener y guiar las inversiones en ese sentido.
“Aún el Perú no es miembro del ITF, pero estamos convencidos que tiene mucho para aportar en la discusión global”.

¿Cada país debe buscar soluciones distintas, según sus particularidades?
No hay una respuesta única para todos los países, pero cada sociedad tiene la movilidad que quiere tener. Por ejemplo, París realizó recientemente un referéndum preguntando sobre la extensión de la concesión de scooters eléctricas compartidas y otra sobre vehículos de mayor tamaño (las SUV) en la ciudad. Las scooters eléctricas compartidas desaparecieron de las calles de la capital francesa en septiembre de 2023, y las SUV de no-residentes ahora tienen tarifas más altas para el estacionamiento en vía pública desde octubre de 2024.
El tema de la resiliencia fue central en la Cumbre Mundial de Ministros de Transporte 2025, en Leipzig, dedicada a examinar cómo preparar mejor los sistemas de transporte frente a futuros shocks. En la próxima Cumbre de Ministros, que se realizará en mayo de 2026 en Alemania, el tema central es cómo financiar un sistema de transporte resiliente.
¿Cómo ve en un futuro próximo el crecimiento de la demanda para movilizarse en Latinoamérica?
La población de los 33 países latinoamericanos representa cerca del 9 % de toda la población mundial: son más de 662 millones de personas que necesitan movilizarse para llegar a sus trabajos, a las escuelas, a los hospitales, que necesitan soluciones de movilidad ahora mismo. La población y la demanda de transporte crecerá de manera sostenida, pues tanto la demanda de transporte de pasajeros como de transporte de carga se duplicará para 2050.
¿De qué manera influirá esto en la economía de los países?
El transporte conecta mucho más que puntos geográficos: conecta personas con oportunidades, bienes con mercados y comunidades con servicios. En contextos latinoamericanos, donde hay algunas desigualdades territoriales y sociales, el transporte sostenible es una herramienta poderosa de atracción de inversiones y de desarrollo.
Un sistema sostenible mejora la competitividad al reducir tiempos logísticos, facilitar la integración territorial y atraer inversiones. También mejora la calidad de vida: menos congestión, aire más limpio, ciudades más accesibles, y más opciones de movilidad para todos los grupos sociales.
¿Destaca en la región a algún país que ha venido adoptando un enfoque sostenible en el sistema de transporte?
Varios países de la región están haciendo progreso, y el ITF los está apoyando en ese propósito. Destacaría a Chile, quien acaba de terminar la que fue la primera Presidencia sudamericana en la historia del ITF, con extraordinarios resultados.
Chile se ha destacado por impulsar la sostenibilidad del transporte, a través de la electrificación del transporte público, pero también con otras varias medidas que se forman parte de su Estrategia Nacional de Movilidad Sostenible que busca transformar de forma integral la manera en que las personas se desplazan, priorizando eficiencia energética, inclusión y calidad del servicio.
¿Qué nos podría decir sobre los avances de Perú?
Conocemos que el Perú ha hecho importantes avances en electromovilidad, transporte masivo, renovación de flota, entre otros. Aún el Perú no es miembro del ITF, pero estamos convencidos que tiene mucho para aportar en la discusión global sobre infraestructura y transporte.