
El crecimiento acelerado de las ciudades peruanas ha traído consigo desafíos críticos en materia de transporte, contaminación y calidad de vida urbana. Hoy, la movilidad sostenible se posiciona como un pilar fundamental para el desarrollo urbano, que implica la colaboración de todos los sectores, especialmente el privado, con el fin de construir ciudades más habitables y resilientes.
Impacto económico y ambiental del transporte urbano
Según el Reporte de Inflación del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) 2024, la congestión vehicular y la ineficiencia del transporte generan una pérdida anual equivalente al 3.2 % del PBI nacional, producto de la reducción de la productividad y el aumento de los costos operativos. Además, los tiempos de viaje en las principales ciudades han aumentado en un 35 % en la última década, afectando la eficiencia y elevando los costos ambientales.
Además, el Ministerio del Ambiente estima que el tráfico es responsable del 40 % de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el país, lo que evidencia la urgencia de adoptar modelos de movilidad más limpios y eficientes.
Un informe de la Asociación Automotriz del Perú (AAP) revela que Lima ocupa el séptimo lugar mundial en tiempos de viaje, con un promedio de 33 minutos y 12 segundos para recorrer solo 10 kilómetros. Trujillo y Arequipa ocupan el noveno y decimosexto lugar, respectivamente, con tiempos superiores a los 32 minutos.
“Empresas peruanas permiten que sus colaboradores reserven vehículos de forma flexible”.
El Estado y la planificación de la movilidad sostenible
El Estado peruano, a través del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y el Programa Nacional de Transporte Urbano Sostenible (Promovilidad), trabaja en el fortalecimiento de la gestión municipal y la planificación de sistemas integrados de transporte en 29 ciudades. El objetivo es reducir los tiempos de viaje, mejorar la seguridad vial y disminuir la huella ambiental del transporte.
Promovilidad ha firmado 28 convenios marco vigentes con los municipios provinciales de Arequipa, Piura, Sullana, Chiclayo, Trujillo, Santa, Huaraz, Huancayo, Ica. Pisco, Huamanga, Puno, San Román, Abancay, Tambopata, Tarapoto, Moyobamba, Coronel Portillo, Chachapoyas, Maynas, Mariscal Nieto, Cajamarca, Jaén, Tumbes, Pasco, Huancavelica, Cusco y Tacna. También ha suscrito siete convenios específicos con los municipios de Chiclayo, Santa, Huancayo, Piura, Huamanga, Cusco y Trujillo.
Estos planes incluyen la promoción del transporte público eficiente, la movilidad activa (peatones y ciclistas) y la electrificación del parque automotor, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente el ODS 11 (Ciudades Sostenibles).
El rol clave de la empresa privada
Más allá de la acción estatal, la empresa privada peruana ha asumido un papel decisivo en la transformación del sistema de movilidad, promoviendo soluciones innovadoras sobre electromovilidad y flotas limpias alineadas con el ODS 11.
Empresas como Luz del Sur han invertido más de 4.5 millones de dólares en la electrificación de su flota, incorporando 46 vehículos 100 % eléctricos en alianza con BYD y proyectando electrificar sus 500 unidades para 2026. Además, han desarrollado infraestructura de carga en Lima, facilitando la transición hacia una movilidad cero emisiones.
Arca Continental, embotelladora de Coca-Cola Perú, es pionera en logística sostenible: en mayo de 2025 anunció la operación de 39 camiones eléctricos en Lima, Ica, Huacho y Tacna, superando los 43 vehículos eléctricos activos en el país. Estos camiones, con autonomías de hasta 200 km y recargas de 3 a 4 horas, han reducido emisiones de CO₂ y contaminantes locales, mejorando la eficiencia y la calidad del aire urbano. La empresa también ha instalado infraestructura de carga y capacita a sus conductores, alineando su operación con los ODS 11.
39 camiones eléctricos anunció Arca Continental que pondría en operación en Lima, Ica, Huacho y Tacna.
El auge de las plataformas de delivery ha impulsado el uso de bicicletas y scooters eléctricos. Rappi y PedidosYa han incorporado repartidores en estos vehículos, lo que contribuye a la reducción de emisiones, descongestiona las vías y promueve hábitos saludables. El uso de bicicletas permite acceder a zonas de difícil tránsito, mejora la experiencia del usuario y reduce la huella ambiental del transporte de última milla.
El Barómetro de Flotas y Movilidad del Arval Mobility Observatory señala que, al cierre de 2023, el 79 % de las empresas peruanas habían implementado al menos una solución de movilidad sostenible. Muchas ofrecen incentivos para el uso de bicicletas, estacionamientos seguros y subsidios para el transporte público, beneficiando tanto al ambiente como al bienestar de sus colaboradores.
El carsharing o auto compartido es otra tendencia en crecimiento: empresas peruanas permiten que sus colaboradores reserven vehículos de forma flexible, promoviendo el uso racional y la trazabilidad de los viajes, reduciendo la cantidad de autos en circulación.
La movilidad sostenible en el Perú avanza gracias a la convergencia de políticas públicas y la innovación empresarial. La electrificación de flotas, el fomento de la movilidad activa y la adopción de soluciones colaborativas están transformando la manera en que nos movemos por la ciudad. El compromiso del sector privado es esencial para acelerar la transición hacia ciudades más limpias, eficientes y habitables, donde la movilidad sea un derecho y no un obstáculo para el desarrollo.