Por Stakeholders
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En un mundo donde la demanda de energía sigue en aumento, la tecnología emerge como el eje central de la transición hacia un modelo más eficiente y sostenible. Con la llegada del Día Mundial de la Eficiencia Energética, expertos de la industria coinciden en que estamos entrando en una nueva era donde la optimización del consumo energético será clave para la innovación empresarial y el desarrollo sostenible.
Tecnología y energía: una alianza estratégica
La creciente integración de la inteligencia artificial (IA) generativa y otras tecnologías avanzadas ha transformado la manera en que gestionamos y utilizamos la energía. Según Juan Pablo Rincón, líder del sector público de AWS para la región Andina, esta revolución tecnológica no solo ha impulsado la electrificación en sectores como el transporte y la manufactura, sino que también ha replanteado el concepto de consumo energético.
Hace pocos años, la tendencia apuntaba a soluciones de almacenamiento y redes descentralizadas en respuesta a la crisis energética global y las secuelas de la pandemia. Sin embargo, la adopción masiva de IA ha generado una mayor demanda de poder computacional, lo que obliga a replantear estrategias para hacer más eficiente el consumo de energía en centros de datos y plataformas digitales.
En este escenario, la computación en la nube se posiciona como una de las soluciones más efectivas. Gracias a infraestructuras optimizadas, permite reducir el uso de recursos y minimizar la huella de carbono, facilitando la transición de las empresas hacia operaciones más sostenibles. “Migrar a la nube no solo mejora la gestión y eficiencia de los datos, sino que también disminuye el impacto ambiental al reducir el consumo de energía y las emisiones de CO₂”, destaca Rincón.
Estrategias clave para un futuro energético más limpio
El camino hacia la eficiencia energética y la reducción del impacto ambiental pasa por una transformación integral en la forma en que producimos y consumimos energía. Algunas estrategias fundamentales incluyen:
1. Energías renovables: La adopción de fuentes limpias como la solar y la eólica se ha acelerado en la última década. En Perú, por ejemplo, el 6.25% de la energía en 2023 provino de fuentes renovables no convencionales, con la meta de alcanzar el 20% en 2030. Empresas como Amazon ya han logrado operar con electricidad 100% renovable a nivel global, años antes de lo previsto, gracias a más de 500 proyectos de generación limpia en todo el mundo.
2. Economía circular: La reutilización, el reciclaje y la optimización de recursos se han convertido en pilares fundamentales para reducir el impacto ambiental de la industria. La colaboración entre empresas, gobiernos y comunidades será clave para impulsar modelos sostenibles.
3. Infraestructura inteligente: Diseñar sistemas energéticos con materiales ecoeficientes y mecanismos de optimización en tiempo real permitirá mejorar la estabilidad de las redes eléctricas y garantizar una transición energética resiliente e inclusiva.
Innovación y sostenibilidad: dos caras de la misma moneda
El futuro energético dependerá de nuestra capacidad para integrar la tecnología con prácticas sostenibles. AWS, como líder en infraestructura en la nube, apuesta por soluciones que minimicen el consumo de energía y reduzcan las emisiones de carbono en las operaciones empresariales. “El avance tecnológico y la sostenibilidad deben ir de la mano para generar un impacto real y duradero”, afirma Rincón.
Con la expansión de las energías renovables, el desarrollo de nuevas tecnologías y la optimización del consumo energético, la eficiencia ya no es solo una meta, sino el motor de una transformación global que promete redefinir el futuro de la energía.
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