La ciudad de Ginebra (Suiza) se ha convertido en un referente al implementar la gratuidad del transporte público para jóvenes menores de 25 años. Esta iniciativa, aprobada por el Gran Consejo de Ginebra en mayo de 2024, comenzó a regir el 1 de enero de este año. La medida podría beneficiar a cerca de 180,000 personas, aliviando el presupuesto de las familias y fomentando un cambio hacia un modelo de movilidad más respetuoso con el medio ambiente.
Según explicó Pierre Maudet, consejero de Estado y presidente del Departamento de Salud y Movilidad del cantón de Ginebra, los beneficiarios deben registrarse en la plataforma SwissPass para descargar su abono sin costo. Este requisito permite una mejor gestión del sistema de transporte y asegura que los recursos públicos se utilicen de manera eficiente.
Alivio económico y sostenibilidad ambiental
El ahorro para los jóvenes es considerable. Un abono anual puede llegar a costar 400 francos suizos (aproximadamente 1600 soles), lo que representa un alivio importante. Al eliminar este gasto, las familias tienen mayor flexibilidad para destinar sus ingresos a otras necesidades.
El impacto ecológico también es significativo. Fomentar el uso del transporte público reduce la dependencia de los vehículos particulares, lo que contribuye a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Ginebra sigue la tendencia de otras ciudades europeas que buscan integrar zonas de bajas emisiones y desincentivar el uso de autos privados. «Estoy convencido de que esta es una excelente manera de fomentar el uso del transporte público y, a largo plazo, puede cambiar la cara de la ciudad», destacó Maudet.
Un modelo a seguir para la inclusión
Al eliminar barreras económicas, los jóvenes tienen mayores oportunidades para participar activamente en la vida urbana, accediendo sin restricciones a la educación, el trabajo y el ocio. Esta iniciativa también prevé beneficios para las personas mayores, quienes recibirán descuentos del 50 % en los abonos.
Aunque aún es temprano para evaluar los efectos a largo plazo, la medida ya genera expectativas positivas. Su implementación destaca la importancia de políticas integrales que combinen sostenibilidad, justicia social y economía, alineadas con los objetivos globales de desarrollo sostenible.