
Durante años, la accesibilidad fue entendida como un añadido en los proyectos urbanos: una rampa al final, señalización mínima o un ascensor pensado solo para cumplir la norma. Esa mirada ya no es suficiente. La inclusión debe asumirse como un principio rector del desarrollo de las ciudades.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 16% de la población en el mundo vive con algún tipo de discapacidad. Si sumamos a adultos mayores, madres y padres con coches de bebé o personas con movilidad reducida de manera temporal, queda claro que la accesibilidad nos involucra a todos y se convierte en un asunto central.
En el Perú, ya se observan avances. Cada vez vemos más espacios pensados y diseñamos para que toda persona pueda tener una experiencia urbana cómoda y segura. Rampas con barandas, pisos podotáctiles, señalética en braille, puertas automáticas o ascensores con llamado por sonido son soluciones que mejoran la vida de miles de personas y, al mismo tiempo, la de toda la ciudadanía.
Hablar de accesibilidad e inclusión es también hablar de desarrollo sostenible. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular el ODS 11, establecen que para el 2030 las ciudades deben ser inclusivas, resilientes y sostenibles. En este contexto, los estándares internacionales no solo certifican espacios: reflejan un compromiso genuino con el bienestar colectivo.
Desde Urbanova asumimos este compromiso y responsabilidad a través de la certificación AIS (Accessibility Indicator System), impulsada por la Fundación AIS y la iniciativa Safe City, que permite medir objetivamente el nivel de accesibilidad de nuestros espacios.
Entendemos que la accesibilidad no debe añadirse al final del proceso, sino concebirse desde el diseño. Cuando los equipos integran criterios inclusivos desde el inicio, se crean espacios que funcionan mejor para todas las personas. Ese enfoque nos ha permitido desarrollar proyectos que buscan responder de manera auténtica a las necesidades reales de quienes habitan y transitan la ciudad, generando destinos urbanos que permiten una conexión real.
Hoy podemos sentirnos orgullosos que contamos con siete espacios certificados con AIS y que, además, logramos incluir los lineamientos de accesibilidad en todos nuestros predios. Asimismo, recientemente Paseo Begonias recibió un galardón en la categoría de Mejor Proyecto Shopping Center durante los GRI Awards Andean 2024, reconocimiento otorgado por el compromiso con la mejora de la calidad de vida urbana a través de la creación de espacios multifuncionales, comerciales, siempre teniendo a la sostenibilidad integrada.
La accesibilidad no es diseñar para unos pocos; es proyectar espacios donde todos -en algún momento de nuestras vidas- podamos movernos con autonomía y dignidad. Una ciudad inclusiva no se define por sus edificios más modernos, sino por su capacidad de acoger a todas las personas que la conforman.