Por Stakeholders

Lectura de:

Lic. Christian Bracamonte Bauer

La responsabilidad social empresarial es una forma ética de gestión que implica la inclusión de las expectativas de todos los grupos de interés alrededor de la empresa, para lograr el desarrollo sostenible (Perú 2021).

En los Estados Unidos de Norteamérica hacia finales de los años 50 y principios de los 60 surgió el concepto de responsabilidad social. Numerosos conflictos sociales hicieron que la sociedad comience a darse cuenta de la importancia que la actividad empresarial generaba sobre sus clientes, empleados, medio ambiente, accionistas y sobre la sociedad en general.

Las primeras menciones en responsabilidad social se dan con la publicación de Howard Bowen: Social Responsbilities of the Businessman (Responsabilidades Sociales del Empresario) de 1953. 

Por otro lado, en 1962 aparece el libro: “La primavera silenciosa” de la bióloga norteamericana Rachel Carson que advertía de los efectos perjudiciales de los pesticidas en el medio ambiente, especialmente en las aves; e hizo responsable a la industria química de la creciente contaminación. Para muchos, se convirtió en el primer libro que informaba sobre impacto ambiental y que luego se convirtió en un clásico de la concientización ecológica.

En los años 70 el estado norteamericano empieza a exigir a las empresas el cumplimiento de ciertos estándares no contaminantes y es en los 80 cuando aparece la teoría de los stakeholders o grupos de interés que se integran a la dirección estratégica de las empresas apareciendo además el concepto de desarrollo sostenible.

A su vez, el profesor Archie Carroll desarrolla a principios de los 90 la Teoría de la Pirámide que plantea cuatro clases de responsabilidad social: económica, legal, ética y filantrópica. 

Hoy en día, los factores determinantes de la responsabilidad social empresarial son la globalización y los medios de comunicación, la desconfianza del ciudadano en las empresas, los graves escándalos internacionales, la presión de la sociedad civil así como el deterioro ambiental y la escasa diferenciación con la marca.   

En el Perú, el desarrollo de la responsabilidad social empresarial ha ido en constante evolución en los últimos años. Es en 1996 cuando aparece Perú 2021 como el ente promotor de este tema.  

Pero es en este nuevo milenio en donde las grandes empresas en primer lugar, empiezan a implementar estas políticas. Luego, las medianas empresas también lo implementan como parte de su accionar. Al respecto, debemos mencionar que fue el sector minero el pionero en introducir estas prácticas en el país.

Al mismo tiempo, las universidades empezaron a trabajar en sus propios programas de responsabilidad social y a desarrollar diversos cursos al respecto. Actualmente, incluso, es parte de los cursos de estudio de los alumnos de pregrado desarrollando además diversas actividades como por ejemplo: el voluntariado corporativo.

De esta manera, muchas empresas han incrementado su conciencia social y su transparencia corporativa. Sin embargo, su concepto aún no es del todo entendido en las organizaciones o no quieren aplicarlo ya que solo el 5% de las empresas aplican gestiones de responsabilidad social empresarial; por otro lado, la sociedad civil aún no adquiere tampoco los suficientes conocimientos sobre este tema.

Para algunas empresas lamentablemente es tan solo una manera de maquillar el ejercicio diario, y otras lo conciben como una acción de marketing en beneficio de la imagen corporativa de la empresa. 

PUNTO DE QUIEBRE

En este sentido, y a consecuencia de la pandemia del Covid 19, vimos de forma lamentable, el accionar de muchas empresas que ante la desesperación de la gente cayeron en la usura y el abuso, lo cual ha marcado por mucho tiempo su imagen y reputación, en estos tiempos donde las redes sociales son el principal medio de comunicación.

Pero este puede ser un punto de quiebre en el desarrollo de la responsabilidad social empresarial en el Perú. Muchas empresas se pueden reinventar en ese aspecto y orientar sus estrategias al desarrollo del emprendimiento ya que al segundo trimestre de este año más de 6 millones de peruanos perdieron el empleo por la emergencia sanitaria.

De acuerdo a cifras del INEI, cerca de un millón de personas buscan empleo activamente. En una reciente publicación del Diario “El Economista” de Chile, se informó que tanto Perú, Chile y Costa Rica son los países de la región que más empleo han perdido por el Covid 19 debido a que muchas actividades económicas se encuentran restringidas.

 Por ello, esta es la gran oportunidad de trabajar en el desarrollo de emprendimientos sostenibles y generar más movimiento económico en beneficio de las grandes mayorías. 

Los centros de estudios superiores -y los colegios porque no- a nivel nacional también pueden empezar a generar un mayor cambio dentro de lo que quieren para sus alumnos. Es la oportunidad de volverlos empresarios éticos, con respeto al medio ambiente y desarrollando sus proyectos de la mano con las herramientas tecnológica que hoy tenemos.   

Las crisis son el inicio de oportunidades y este es el momento del punto de quiebre para la responsabilidad social empresarial en el Perú y darle un nuevo giro para beneficio del país.







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