Por Stakeholders

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Según la Asociación de Bodegueros del Perú, en el país existen cerca de 400 mil bodegas manejadas por 250 mil familias.

Todos tenemos a una bodega cerca de casa que durante la emergencia sanitaria nos ha sacado de apuros en más de una ocasión, sin embargo, muchos de estos establecimientos han sufrido pérdidas desde que se inició la cuarentena y no han podido acceder a los programas de ayuda, por lo que todos podemos contribuir a que estas tiendas -que son el alma de nuestros vecindarios- sigan abiertas y superen la crisis económica tras la Covid-19.

Ese es el mensaje detrás de la campaña impulsada por la Asociación de Bebidas y Refrescos Sin Alcohol del Perú (ABRESA), denomina #MiBodegaDeBarrio, que, a través de testimonios reales de los propietarios de bodegas de distintas zonas de Lima, narra cómo se han adaptado a la nueva convivencia para sacar a flote a sus negocios.

En Lima, existen 113 mil bodegas, de las cuales 42% se encuentra en Lima Norte, como la de Lis Bravo, uno de los personajes de la campaña, que desde hace más de 20 años atiende en su negocio y es una de las personas de mayor confianza para el vecindario. Ella, además, forma parte del 70% de madres de familia que dirigen este tipo de emprendimiento, con el que ha logrado que sus tres hijos vayan a la universidad.

Estas bodegas -que con esfuerzo lograron formar parte de sus comunidades- han tenido que adaptar sus negocios a la crisis sanitaria. Como lo hizo Peter Apolinario, encargado del minimarket familiar en Santa Anita, quien regaló mascarillas a sus clientes al inicio de la pandemia para protegerlos a ellos y a su familia. Al recordar sus inicios, no puede evitar mencionar las dificultades que superaron como familia desde el primer puesto en el que vendían frutas en un mercado y que no contaba con agua ni luz.

“Ellos nos necesitan y esa es la razón de esta campaña. Los bodegueros han estado siempre en el barrio, con la responsabilidad que ello implica. Por la coyuntura han tenido que reinventarse. Muchos se han adaptado a nuevos modelos de atención a través del WhatsApp y aplicaciones de pedidos. Han elaborado, incluso, sistemas propios de reparto a domicilio dentro de sus barrios”, asegura María Luisa Málaga, Directora Ejecutiva de ABRESA.

Estos negocios, además, se han convertido en la alternativa de compra cercana y sin aglomeraciones que les permite a los vecinos reducir el riesgo de contagio del virus Covid-19. La mayoría ha intentado no cerrar porque se lo deben a su público, tal como confiesa Giovanna Núñez quien, junto a su esposo, ha trabajado durante años para lograr tener el minimarket que hoy sacan adelante en Villa María del Triunfo.

“Este es el momento de expresar y de demostrar que estamos para ellos. Con nuestra preferencia aseguraremos la subsistencia del negocio pequeño, que representa el desarrollo de 250 mil familias en el país”, sentenció Málaga.

Datos según la Asociación de Bodegueros del Perú

  • Desde que se inició la cuarentena el 16 de marzo, las ventas de las bodegas han caído en un promedio del 50%, afectando a las más de 400 mil bodegas a nivel nacional.
  • Las bodegas que más han sufrido han sido las más pequeñas porque los distribuidores pueden llegar a priorizar a las que hacen pedidos mayores. Además, los plazos de entrega se han ampliado: lo que antes podía llegar en 3 días, ahora llega en una semana.

Para ver el video de la campaña puedes ingresar a los perfiles de ABRESA de Facebook (https://bit.ly/3i2ATKd) e Instagram (https://bit.ly/2BCnrvO).







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