En la última década, el cambio climático se ha incrementado pese a los esfuerzos globales por minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero. Ello ha llevado a que haya estaciones con temperaturas más elevadas, produciendo desglaciación y una serie de impactos en cadena sobre el océano, según Ian Vázquez, investigador de la Red Peruana de Ciclo de Vida y Ecología Industrial (PELCAN) de la PUCP.
Las actividades económicas en el Perú son intensamente susceptibles a estos cambios. Por ello es importante preguntarse ¿Qué debemos hacer desde el sector privado? Ante ello, la pesquera peruana TASA puso en marcha el conversatorio “Empresa Peruana frente al cambio climático”, en el contexto de la difusión de su reporte de sostenibilidad 2022.
Durante el evento se tocaron dos puntos importantes que deberían considerar las empresas para enfrentar los problemas ambientales, como la mitigación, es decir, la reducción o prevención de las emisiones de gases de efecto invernadero, y, por otro lado, la adaptación, un trabajo que debe realizarse de manera articulada con las municipalidades, los gobiernos locales y las empresas a fin de establecer planes como el refuerzo de infraestructuras públicas o de desarrollo económico. Además de la creación de oportunidades laborales como la reconversión laboral de pescadores artesanales.
“Es importante la invención, la innovación y, sobre todo, la transferencia de conocimiento y tecnología desde las grandes empresas. El sector pesquero, por ejemplo, debe buscar alternativas de energía para sus operaciones; mientras que para la agricultura se podría considerar centrarse en los pequeños productores, nuevos tipos de cultivo o que implementen infraestructura hídrica de importancia”, expresó Vázquez.
Otro punto por resaltar fue el enorme desafío que implica la descarbonización de las actividades industriales, ya que requiere del involucramiento del Estado para implementar marcos regulatorios con soluciones ambientales y subvenciones verdes que permitan a las empresas, de cualquier tamaño, tener más iniciativa en ese primer paso.
Por su parte, Franklin Romero, jefe de Gestión de Medio Ambiente de TASA mencionó que el sector pesquero, tiene mucha preocupación frente al cambio climático, ya que operan por temporadas y necesitan del mar, para ellos, la gestión ambiental es parte de su ADN si se busca continuidad en el negocio. “Sabemos que la manera más responsable y sólida de vincular la estrategia ambiental a la del negocio es tomando en cuenta los valores de la compañía”. “Desde el día uno de la operación hemos considerado la sostenibilidad y nos preocupamos para que nuestras gestiones no afecten negativamente en el ambiente” agregó.
Con el inicio de los acuerdos de producción limpia suscritos con el Ministerio del Medio Ambiente y PRODUCE, los pasos de economía circular, la medición de los indicadores de sostenibilidad tan importantes como la huella hídrica y la huella de carbono (desde el 2017), TASA ha logrado establecer metas de reducción como el proyecto Producción más limpia, que busca ser la primera pesquera cero residuos.