PlazaVea refuerza su compromiso con la salud y nutrición de los peruanos a través del “Programa Anemia Cero”. Luciana Canseco, directora de Gestión Humana y Sostenibilidad de Supermercados Peruanos (SPSA), comenta que buscan trascender más allá del negocio, integrando a sus colaboradores y clientes en una cruzada nacional contra la anemia infantil, con acciones sostenibles que combinan prevención, educación y alianzas estratégicas para lograr un impacto real en las comunidades.

Por Stakeholders

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¿Qué motivó a plazaVea a involucrarse como sponsor del “Programa Anemia Cero”, y cómo encaja esta iniciativa con su propósito empresarial y social?

En plazaVea & Vivanda queremos generar un impacto positivo en las comunidades donde estamos presentes. La anemia infantil es uno de los desafíos más urgentes para el país y sabemos que, si no se aborda a tiempo, puede marcar el futuro de miles de niños. Por eso, sumarnos como sponsor de Anemia Cero es una forma concreta de aportar, alineada a nuestro propósito de “generar bienestar para todos los peruanos entregando calidad todos los días”.

En esa misma línea, desde hace más de 10 años venimos desplegando nuestro programa “Bueno por Dentro”, que rescata y dona alimentos en buen estado a organizaciones sociales. Este esfuerzo impacta a más de 90 000 beneficiarios semanalmente, de los cuales el 60 % son niños, niñas y adolescentes, reafirmando que la seguridad alimentaria es un compromiso permanente para nosotros.

La anemia infantil tiene un impacto directo en el desarrollo cognitivo y educativo de los niños. ¿Cómo interpreta SPSA esta problemática desde una perspectiva de desarrollo social y económico para el país?

La anemia no solo es un problema de salud: es una barrera para el desarrollo del país. Diversos estudios muestran que la anemia en la infancia afecta el desarrollo cognitivo y la capacidad de aprendizaje, lo que en el futuro impacta directamente en la productividad y el potencial económico de las personas. Un niño con anemia tiene más dificultades para concentrarse, aprender y rendir en la escuela, y esas brechas se trasladan a su vida adulta y a la fuerza laboral del país.

¿Cuál ha sido el alcance concreto de la participación de plazaVea hasta ahora? ¿En qué regiones o actividades específicas han intervenido?

En plazaVea Las Flores, en San Juan de Lurigancho, realizamos 934 tamizajes —la gran mayoría a niños— y sensibilizamos a 678 familias sobre cómo prevenir la anemia. Lo más valioso fue ver el compromiso de las madres, que representaron el 79 % de los acompañantes, y sentir la confianza depositada en nosotros: el 99.5 % afirmó que nos recomendaría. 

Además, la campaña digital que acompañó estas acciones superó las 320 000 personas alcanzadas, ampliando el mensaje más allá de la tienda.

¿Qué rol juega el personal de plazaVea en la difusión de mensajes sobre prevención de la anemia? ¿Hay acciones internas específicas para reforzar este mensaje?

Nuestros más de 10 000 colaboradores en plazaVea son pieza clave en este esfuerzo: ellos invitan, orientan y refuerzan el mensaje de prevención con los clientes día a día. Pero este compromiso no se queda solo en la tienda, también buscamos que este mensaje cale en ellos mismos: sabemos que cuando lo interiorizan lo llevan a sus hogares y comunidades, multiplicando el impacto. Por eso, implementamos  campañas de sensibilización y tamizajes para nuestro propio equipo, convencidos de que este compromiso debe empezar por casa y crecer desde ahí hacia miles de familias peruanas.

“Uno de los aprendizajes más valiosos es que la cercanía con la comunidad marca la diferencia”.

Desde la experiencia de SPSA, ¿cuáles son los desafíos que enfrenta el sector privado para involucrarse en causas de salud pública de manera sostenible y con impacto?

El mayor reto es asegurar la continuidad en el tiempo y no quedarse en acciones puntuales. También es fundamental coordinar con el sector público y otras organizaciones para que el esfuerzo sea conjunto y más efectivo. Además, los problemas de salud pública como la anemia son multidimensionales: no solo dependen de la nutrición, sino también del acceso a agua segura, a educación y a condiciones de vida adecuadas. 

Abordar todas estas variables como sistema es complejo, y por eso las alianzas estratégicas son esenciales para generar cambios sostenibles y con verdadero impacto.

¿Qué mecanismos han establecido para medir el impacto de esta participación en el “Programa Anemia Cero”, tanto a nivel externo como interno?

Medimos el impacto en dos niveles complementarios. A nivel externo, evaluamos la experiencia de las familias que participan en las campañas con indicadores como  el número de tamizajes realizados, el número de personas alcanzadas y el nivel de sensibilización que logramos a través de nuestra comunicación. Pero no nos quedamos en las cifras: también evaluamos la experiencia de las familias y comunidades que participan, porque detrás de cada número hay una historia de cambio.

A nivel interno, medimos la participación y el nivel de compromiso de nuestros colaboradores en las actividades, porque queremos que este propósito sea parte de nuestra cultura organizacional y se viva en el día a día.

Más allá del rol de sponsor, ¿está evaluando plazaVea integrar acciones permanentes contra la anemia en su modelo de negocio o en sus políticas de responsabilidad social?

La lucha contra la anemia no es una acción puntual para nosotros, sino un compromiso de largo plazo. Por eso buscamos que sea un eje permanente dentro de nuestras acciones de sostenibilidad. Esto implica mantener una oferta de alimentos ricos en hierro a precios accesibles y seguir trabajando con aliados que aporten en la prevención y educación nutricional. 

También queremos que este compromiso empiece por casa: contamos con más de 10 000 colaboradores en plazaVea y Vivanda, y sabemos que, cuando el mensaje llega a ellos, también llega a sus familias y comunidades, multiplicando el impacto.

¿Qué aprendizajes destacaría hasta el momento de esta colaboración con Peruanos por Peruanos, y qué oportunidades de mejora identifican en este trabajo conjunto?

Uno de los aprendizajes más valiosos es que la cercanía con la comunidad marca la diferencia: el tamizaje es un primer paso fundamental, pero el verdadero impacto se logra cuando lo acompañamos con educación, acompañamiento y generación de confianza. También hemos aprendido que las alianzas estratégicas nos permiten amplificar nuestro alcance y sumar capacidades que solos no tendríamos.

Como oportunidad, vemos el gran potencial de expandir el programa a más regiones del país y de seguir convocando a nuevos aliados, porque enfrentar un desafío nacional como la anemia infantil requiere de un esfuerzo colectivo y articulado.

Finalmente, ¿cómo visualiza el rol del sector empresarial en los próximos cinco años frente a desafíos sociales estructurales como la anemia infantil?

Lo vemos con un rol activo y comprometido, en el que las empresas integran estas causas en su ADN, innovan para abordarlas y trabajan de manera sostenida con el sector público y la sociedad civil. La anemia infantil no se resuelve en un año: requiere un compromiso a largo plazo y una mirada conjunta hacia el futuro del país.







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