Por Stakeholders

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 A la hora de indagar sobre la necesidad de contar con una estrategia de desarrollo sostenible, entendida como una forma de hacer negocios que promueve el …

  

 

A la hora de indagar sobre la necesidad de contar con una estrategia de desarrollo sostenible, entendida como una forma de hacer negocios que promueve el desarrollo económico de una manera respetuosa de la sociedad y el medio ambiente, más del 85 por ciento de las compañías coincide en que es imprescindible o al menos necesario incluir este enfoque en la gestión para que la empresa pueda tener éxito en el mercado local argentino.

 

 

 
Esto se explica, en parte, porque el 82 % encuentra un beneficio con la incorporación de este tipo de prácticas para consolidar un posicionamiento, ganar un mayor porcentaje del mercado existente o conquistar otros nuevos.

Los datos surgen de la Encuesta sobre Desarrollo Sostenible en el sector privado en la Argentina que pricewaterhousecoopers impulsó por primera vez para aportar a la discusión sobre este tema en el país.

Asimismo, el 90% de las compañías encuestadas reconoce el aumento de la presión de los grupos de interés en los últimos cinco años para incorporar prácticas más sostenibles a la gestión. Llama la atención el consenso en este reclamo, ya que después de los accionistas, que son los que más presionan, con un 37%, les siguen los clientes, con el 28 y las comunidades locales con un 22%.

Paradójicamente, pareciera que por el momento no se han observado los beneficios tangibles de un mejor posicionamiento devenido de una gestión sostenible, dado que sólo el 3% de los participantes indicó que el beneficio de este enfoque se representa en un incremento de los rendimientos económicos. Esta visión se hace aún más compleja cuando se revela que el 58% de los participantes indica que los beneficios de la adopción de este tipo de estrategias se perciben en un plazo de entre 1 y 5 años.

En cuanto a las dificultades relacionadas con la implementación de estrategias de desarrollo sostenible, un 48% indicó que la inversión requerida es su principal obstáculo. Por su parte, un 78 % de los participantes señala el compromiso del Directorio como fundamental para clave del éxito. Consideran que, junto con el CEO, son los responsables de llevar a cabo las estrategias de desarrollo sostenible en el 45% de las empresas consultadas.
Circulo Punto de vista

NO IMPORTA CÓMO SE LLEGA, IMPORTA CÓMO SE SALE

El Noveno Encuentro Internacional de RSE que organizamos la semana pasada, y que congregó durante dos días a cerca de mil personas, nos dejó muy contentos y motivados para la versión número 10 que coincidirá con el Bicentenario de nuestro país el próximo año.

Su título, "Las Nuevas 4 P de los Negocios en el siglo XXI, Permanencia = Pesos + Personas + Planeta", refleja profundamente lo que entendemos en Acción RSE por Responsabilidad Social Empresarial y, por sobre todo, lo que entendemos por desarrollo sustentable.
Hoy día más que nunca, las empresas necesitan poder seguir siendo viables económicamente -condición obviamente muy necesaria, pero no suficiente para ser exitosas-,  liderar en el mercado, y captar y retener talentos y clientes. Los nuevos tiempos requieren  de empresarios  y ejecutivos que tengan una mirada más acuciosa de lo que está pasando a su alrededor, y eso debiera incluir  un profundo compromiso con las personas y con el cuidado del planeta.
Esto no se trata de ser solo buenas personas o buenos ciudadanos, se trata de una mirada estratégica de los negocios que debe incluir también una planificación, una ejecución y una medición de impacto de los resultados, que permita de manera sistémica retroalimentar a la organización para así ser cada día más efectivos en el logro de las metas.
Quisiera compartir algunas reflexiones personales, haciendo un análisis muy resumido de lo que sucedió en nuestro Encuentro Internacional, sumado a los comentarios y evaluaciones recibidas.

 La RSE y el desarrollo sustentable se está instalando como un eje importante y atractivo para el mundo empresarial en Chile.
  La responsabilidad social empresarial, comienza por la responsabilidad social individual.  La ética, los valores y el comportamiento personal son claves a la hora de trabajar en una organización, independiente del nivel en que uno se encuentre dentro de la misma.
  Las crisis económicas no necesariamente afectan las inversiones y proyectos en desarrollo que tienen las empresas seriamente comprometidas con la RSE, al contrario, muchas veces la RSE sirve para salir más rápido de las crisis.
  Las empresas pueden colaborar de manera muy importante a combatir la pobreza y la desigualdad haciendo bien lo que saben hacer: negocios. Hay un espacio gigante para desarrollar negocios con la "base de la pirámide", generando no solo puestos de trabajo, sino que también algo tanto o más  importante: la "inclusión" de los más pobres en el "sistema".
  El desarrollo integral de las personas en el interior de las empresas, el equilibrio entre trabajo y familia y el equilibrio entre la salud del cuerpo, la mente y el alma de los colaboradores, están jugando un rol cada día más importante a la hora de captar y retener talentos dentro de las empresas.
  El cuidado del planeta debe tener por objetivo principal el bienestar humano, y la protección de los más pobres.
 La globalización puede ser una gran ayuda también cuando se trata de mirar qué hacen  otras empresas en desarrollo sustentable. No es necesario reinventar la rueda.
 La cooperación entre el mundo empresarial, los gobiernos y la sociedad civil es fundamental a la hora de querer obtener resultados positivos totales, mayores que la  sola suma de cada esfuerzo individual.
 En Chile también podemos estar orgullosos de tener proyectos empresariales exitosos que son  "exportables"  en los ámbitos del la RSE y desarrollo sustentable.

Por último, y aprovechándome de una frase del Padre Felipe Berríos cuando expuso y se refirió a cómo llegaban los voluntarios a trabajar al Techo para Chile, quisiera concluir esta columna, diciendo que la verdad es que a nosotros tampoco nos importa mucho cómo llegaron los asistentes  y que los  motivó a participar de este Encuentro Internacional, lo que realmente nos importa es como salieron.
Si logramos haber sembrado una semilla y dejado una huella que los motive a tomar acciones concretas e inmediatas que contribuyan a generar un país más justo, solidario y sustentable, podemos considerar que el encuentro fue exitoso, ya que al final del día, como dice mi mamá, "obras son amores y no buenas razones".
Fuente:
Contenido:Boletin Acción RSE.
Imagen::Boletin Acción RSE.







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