Por más de una semana, una proporción de petróleo se ha esparcido por tres ríos de la región Amazonas, Chiangos, Nieva y Marañón, hasta llegar a Loreto, en medio de la crisis política y social que afronta el Perú.
El derrame del crudo comenzó el miércoles 18 de enero, en el kilómetro 389 + 196 del tramo II del Oleoducto Norperuano, en la provincia de Condorcanqui (Amazonas), según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA).
Hasta ahora, la fuga no ha sido contenida y la Municipalidad de Condorcanqui manifestó que, según reportes, el hidrocarburo llegó hasta la provincia Datem del Marañón, en Loreto, a través del río Marañon.
En ese sentido, los líderes del Comité de Lucha de Condorcanqui y de la comunidad de Pantaam junto a diversas autoridades determinaron permitir el acceso de Petroperú a la zona donde se inició el derrame, comprometiendo a la organización a brindar soporte a la población afectada.
Otro de los compromisos fue que iniciarían sus actividades en el área afectada desde el viernes 27 de enero.
El tramo del oleoducto dañado se ubica en territorio de comunidades awajún de las zonas de Putuyakat Pantaam y Najaín Paraíso, en el distrito de Santa María de Nieva.
Por su parte, Petroperú ya ha puesto barreras de protección en puntos estratégicos del río Changos, a la altura de la comunidad Nueva Unidad. A pesar de ello, el crudo ha seguido avanzando a zonas aledañas.
Este daño ambiental ha afectado a cerca de 16 comunidades indígenas: Kayamás, Najaín Paraíso, Putuyakat, Piwak, Putun Entsa, Chorros, Nueva Unidad, Santa Elena, Centro Waisin, Bajo Waisin, Centro Tunduza, Japaime Escuela, Tatse, Shajian, Seasmi y Achoaga, según la Red de Salud de Condorcanqui.
A la fecha, no se sabe la cantidad de crudo derramado. El OEFA informó que la rotura del oleoducto fue provocada por un presunto atentado y Petroperú aseguró que la fuga fue por un corte en la tubería.
Cuando ocurrió el daño, la empresa petrolera y el OEFA denunciaron que un grupo de manifestantes que participan en las protestas contra el Gobierno impidió el ingreso de trabajadores que buscaban contener la fuga del hidrocarburo y limpiar el área afectada.
Esta versión fue desmentida por el Comité de Lucha Provincial de Condorcanqui, que exige la creación de una mesa de diálogo y asegura que, hasta el jueves 26 de enero, nadie se acercó al lugar.
Impactos en la salud
Hortez Baitug, presidente de Odecofroc, señaló que teme consumir el pescado de la zona porque toda el agua está convertida en puro petróleo.
En esa línea, la Red de Salud de Condorcanqui colocó una carpa de atención cerca a la quebrada donde corre el crudo, y aconsejó a la población no consumir esa agua.
“Deben buscar otras fuentes de agua. Por ejemplo, algún pozo, quebrada cercana o también podemos recoger el agua de la lluvia para el aseo personal o para lavar la ropa, porque si no vamos a tener más personas afectadas”, manifestó Magdalena García Guevara, socióloga del área de Promoción de Salud.
Asimismo, el personal de salud que acudió a la zona informó que atendió a personas con dolor de ojos, vómitos y náuseas. “Aún no se ha realizado la contención que es una etapa importante para evitar que se siga regando este crudo de petróleo”, añadió Ana Ramos Reyes, coordinadora de Salud Ambiental de la red.