Por Stakeholders
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Jorge Muñoz afirma que el puente Rafael Escardó es inclusivo, sin embargo, sus críticos opinan lo contrario.
El acalde de Lima, Jorge Muñoz, presentó el nuevo puente peatonal Rafael Escardó ubicado en la Costa Verde. Durante la presentación, Muñoz se refirió a los críticos del proyecto: «Critiquemos menos y empaticemos más». Conversamos con el arquitecto Oscar Apaza, miembro de UDEAL, organización de profesionales y estudiantes en temas urbanos, para entender por qué esta infraestructura es calificada de antipeatonal.
Para Apaza, el puente prioriza al sujeto menos vulnerable dentro de la ciudad que es el automóvil privado. «Lo que está haciendo esta obra es darle facilidades al tránsito de los vehículos, así no se detienen en ningún momento. Mientras que el peatón, incluyendo en este grupo a las personas con discapacidad, tienen que hacer un sobreesfuerzo para cruzarlo», refiere.
«Ellos (los peatones) tienen que hacer un esfuerzo de subir una rampa y hacer el recorrido que equivale a cinco cuadras caminando», anota.
ANTIPEATONAL
Para Apaza, este puente es parte del problema de cómo están diseñada las ciudades en Perú. «Hay una priorización constante de la movilización del auto particular», esta situación no debería darse porque el 75% de desplazamientos en Lima se producen en transporte público (Lima Cómo Vamos).
«En lugar de apuntar a que nuestras políticas públicas mejoren el sistema de transporte público, lo que se sigue haciendo es infraestructura que prioriza el automóvil privado, que ya sabemos que ocupa mucho volumen y mucho espacio en nuestra ciudad. Al final solamente trasladan a unas cuantas personas que pueden adquirir este medio de transporte», comenta Apaza.
NO SE QUIERE COMER EL PLEITO
Apaza cree que la actual gestión de Muñoz no quiere comerse el pleito que implica desincentivar el uso del auto particular, para incentivar otros medios de transporte.
«Si lo que queremos es apuntar a una ciudad sostenible, y a una mirada integral de la ciudad con todos sus sistemas, debemos empezar a pensar en soluciones que vayan más allá de estos clásicos puentes anti peatonales y poner en el centro a la persona, al peatón. Debemos apuntar a mejorar el transporte público», finaliza.
