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Los países en desarrollo son más vulnerables a los cambios climáticos que los países ricos y los pobres son los que están más…

Los países en desarrollo son más vulnerables a los cambios climáticos que los países ricos y los pobres son los que están más expuestos a los fenómenos climáticos extremos, como inundaciones, sequías y tormentas. Se prevé que el cambio climático generado por las actividades humanas aumente la variabilidad climática e impacte en forma negativa la productividad agrícola en las regiones tropicales y subtropicales, reduzca adicionalmente la cantidad y la calidad del agua en la mayoría de las regiones áridas y semiáridas, aumente la incidencia del paludismo, el dengue y otras enfermedades transmitidas por vectores en las regiones tropicales y subtropicales y degrade los sistemas ecológicos y su biodiversidad.
Además, la subida del nivel del mar a causa del aumento de temperatura proyectado podría provocar el desplazamiento de decenas de millones de personas que viven en zonas bajas, como los deltas de los ríos Ganges y Nilo, y poner en peligro la existencia misma de los pequeños estados insulares.

El marco estratégico sobre cambio climático y desarrollo

En la Cumbre que se celebró en 2005 en Gleneagles, Escocia, el Grupo de los Ocho (G8) solicitó al Banco Mundial que elaborara una guía general para acelerar las inversiones en energía limpia en el mundo en desarrollo, en cooperación con las demás instituciones financieras internacionales. Esta guía, denominada Marco de inversiones para la energía limpia (CEIF, por sus siglas en inglés) identifica la magnitud de las inversiones necesarias para que los países (i) aumenten el acceso a energía, en particular los de África al sur del Sahara, (ii) aceleren la transición a una economía con bajas emisiones de carbono y (iii) se adapten al cambio y la variabilidad del clima. En las reuniones anuales de 2007, el Comité para el Desarrollo celebró los avances logrados en la aplicación del CEIF e instó a la gerencia a crear un marco estratégico integral para la participación del Grupo del Banco en la problemática del cambio climático.

El Marco estratégico sobre cambio climático y desarrollo (SFCCD, por sus siglas en inglés) se encargará de articular la visión del Grupo del Banco sobre la forma de integrar los desafíos del cambio climático y el desarrollo sin poner en riesgo el crecimiento o los esfuerzos de lucha contra la pobreza. Este proceso se realizará a través de operaciones del Grupo del Banco Mundial a nivel de países e incluirá diálogo sobre políticas, financiamiento y actividades analíticas en las naciones que recurren a los servicios del Banco, y también a través de operaciones a nivel regional y mundial. El SFCCD amplía el alcance del CEIF al abarcar todos los sectores pertinentes, incluidos energía, transporte, urbanismo, agua, agricultura, silvicultura, medio ambiente, política económica y protección social, y al entender la adaptación como el atributo central del desarrollo en el contexto de un clima en constante cambio. El SFCCD se beneficiará de la estrecha coordinación con el Informe sobre el desarrollo mundial 2010 sobre cambio climático y varios otros productos analíticos importantes.

El SFCCD es un marco de acción basado en seis pilares estratégicos:

1. Aumento progresivo de los enfoques operacionales con el fin de integrar la adaptación y la mitigación a las estrategias de desarrollo,
2. Consolidación de los esfuerzos para movilizar y proporcionar financiamiento,
3. Ampliación de la participación del Grupo del Banco Mundial en el desarrollo de nuevos mercados,
4. Explotación de los recursos del sector privado para lograr un desarrollo compatible con el clima,
5. Esclarecimiento de la función del Grupo del Banco Mundial en la aceleración del desarrollo y empleo de tecnologías y
6. Aumento gradual de investigaciones sobre políticas de desarrollo, promoción, gestión de conocimientos y formación de capacidades.

La preparación del SFCCD se encuentra en marcha y hasta agosto de 2008 incluirá consultas detalladas con un amplio abanico de partes interesadas, incluidos países en desarrollo que recurren a los servicios del Banco, asociados en la tarea del desarrollo (organismos de la ONU, bancos regionales de desarrollo, donantes bilaterales), el sector privado y la sociedad civil. Se presentará el SFCCD completo al Directorio ejecutivo del Banco Mundial para su aprobación en septiembre de 2008 y posteriormente se analizará en las Reuniones anuales de este año.

El proceso de consultas para la formulación del SFCCD incluirá una evaluación de las ventajas comparativas del Grupo del Banco Mundial en el contexto de las funciones y responsabilidades de muchos actores internacionales, apoyará la evaluación del proceso de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y el conocimiento y la capacidad de los países en desarrollo para participar en las negociaciones, todo lo anterior sin perder la neutralidad frente a cualquier posición de las partes negociantes.

Necesidades energéticas y cambio climático

El Banco Mundial calcula que para lograr los objetivos de desarrollo, el sector de la energía en los países en desarrollo necesita US$165.000 millones (en US$ de 2005) en inversión anual. En la actualidad, se encuentra disponible sólo una cifra cercana a la mitad. También se necesitan decenas de miles de millones de US$ al año para cubrir los costos incrementales de la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono. En marzo de 2007, el Banco fijó objetivos para:

– Aumentar el acceso a electricidad en África al sur del Sahara, de cerca de 25% a 35% antes de 2015 y a 47% antes de 2030,
       
– Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a partir del nivel y trayectoria actuales a través de mayor financiamiento de proyectos dedicados a la energía limpia y
       
– Probar en forma experimental instrumentos de adaptación a fin de incorporar la adaptación al cambio climático en el proceso de desarrollo.

Un informe de los avances en la implementación del CEIF que se publicó en septiembre de 2007 destacó importantes logros en torno a estos objetivos. El apoyo del Grupo del Banco Mundial para energía en África se elevó a US$1.100 millones en el ejercicio de 2007, en comparación con los cerca de US$600 millones en cada uno de los dos ejercicios anteriores. Además, la proporción de proyectos con bajas emisiones de carbono en toda la cartera de energía del Grupo del Banco Mundial aumentó de 28% en el período anterior a la reunión de Gleneagles a 40% en los ejercicios económicos de 2003 a 2005. Con el fin de preparar el camino para la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono, se pusieron en marcha estudios sobre países con bajas emisiones de carbono para India, México, Brasil, China, Sudáfrica e Indonesia.

Reducción mundial de la quema de gas (GGFR, por sus siglas en inglés)

Por medio de la asociación para la Reducción mundial de la quema de gas, el Banco Mundial ayuda a empresas y a países productores de petróleo a incrementar la utilización de gas natural, con lo cual se evita su quema o liberación hacia la atmósfera y el consiguiente perjuicio para el medio ambiente. La asociación para la GGFR calcula que al año se queman cerca de 150.000 millones de metros cúbicos de gas (equivalente a cerca de 30% del consumo anual de gas de la Unión Europea (UE) y a 25% del consumo de Estados Unidos) y que por este medio se liberan aproximadamente 400 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2). El Grupo del Banco Mundial tiene ocho proyectos en activa preparación en cinco países para abordar este problema.

El Banco Mundial y el financiamiento generado por la venta de créditos de carbono

El Banco Mundial fue pionero en el mercado del carbono. El compromiso operacional del Banco con el financiamiento por la venta de créditos de emisiones de carbono comenzó en 1999 con el establecimiento del Fondo tipo para reducir las emisiones de carbono (PCF, por sus siglas en inglés) por US$180 millones. Con la ratificación del Protocolo de Kyoto, muy pronto se establecieron otros fondos y mecanismos. Hoy el Banco Mundial administra algo más de US$2.000 millones a través de 10 fondos y mecanismos de carbono, los cuales han recibido aportes financieros de 16 gobiernos y 66 compañías privadas pertenecientes a diferentes sectores. En diciembre de 2007, el Banco Mundial lanzó otros dos mecanismos, el Fondo para reducir las emisiones de carbono mediante la protección de los bosques (FCPF, por sus siglas en inglés) y el Fondo para reducir las emisiones de carbono (CPF, por sus siglas en inglés). El FCPF busca reducir la deforestación y la degradación forestal compensando a los países en desarrollo por las reducciones de dióxido de carbono que se logran al conservar éstos sus bosques. El CPF está diseñado para: (i) aumentar progresivamente el financiamiento del carbono a través de enfoques programáticos y sectoriales y (ii) apoyar inversiones a largo plazo y de pocas emisiones de carbono comprando bonos de reducción de las emisiones más allá de 2012.

Evaluar la cartera del Grupo del Banco Mundial

El Grupo del Banco Mundial trabaja en una evaluación del impacto de los gases con efecto invernadero en sus proyectos y programas. El análisis entregará información sobre los efectos de las emisiones que generan las operaciones crediticias del Grupo del Banco Mundial en sus países solicitantes, con el objeto de identificar oportunidades para reducir la huella ecológica que dejan las actividades de desarrollo en el contexto del apoyo sostenido al crecimiento económico y el alivio de la pobreza.

Esfuerzos a nivel interno

En 2006, como parte de su compromiso con la responsabilidad medioambiental y social y con el fin de contribuir a los esfuerzos destinados a abordar el cambio climático, el Grupo del Banco Mundial se convirtió en el primer banco de desarrollo multilateral que es neutro en sus emisiones de carbono. Las instalaciones del Grupo del Banco Mundial en Washington D.C., sus viajes por motivos profesionales y las instalaciones para conferencias, además de los viajes y hoteles de los delegados asociados a las reuniones anuales y de primavera, han logrado ser neutros en emisiones de carbono a través de una estrategia de eficiencia energética y medidas de reducción, compensación de las emisiones de carbono y compras de energía renovable. Además, el Grupo del Banco asumió el compromiso de reducir las emisiones de carbono en 7% anual en las operaciones de construcción que realice en Estados Unidos.







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