Las mujeres fueron vetadas de la universidad y no pueden acceder a la educación secundaria. Tampoco pueden viajar sin la compañía de un pariente hombre y para salir de casa deben estar cubiertas.

Por Stakeholders

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La Organización de Naciones Unidas (ONU) exigió a los gobernantes talibanes parar con las restricciones que imponen a las mujeres en Afganistán. En ese sentido lo calificaron como el «país más represivo» del mundo en este campo.

«Afganistán, bajo el gobierno de los talibanes, continúa siendo el país más represivo del mundo en relación con los derechos de las mujeres», mencionó Roza Otunbayeva, directora de la misión de asistencia de la ONU en Afganistán.

«Ha sido terrible ser testigo de sus esfuerzos metódicos, deliberados y sistemáticos para conservar a las mujeres y niñas afganas fuera de la esfera pública«, añadió la también representante especial en Afganistán del secretario general de la ONU, António Guterres.

Restricciones

Desde que los talibanes se instalaron en el poder, en agosto de 2021, han multiplicado las restricciones para las mujeres.

Fueron vetadas de la universidad y no  pueden acceder a la educación secundaria. Tampoco pueden viajar sin la compañía de un pariente hombre y para salir de casa deben estar cubiertas. En noviembre, los talibanes les prohibieron ir a los parques, jardines, gimnasios y baños públicos. 

Una decena de mujeres han realizado diversas manifestaciones exigiendo ser libres. Asimismo, invocaron a la ONU a tomar acciones decisivas para salvaguardar a la población femenina. 

La historia de Marwa

Por años vivió un infierno, su exmarido le rompió todos los dientes. Marwa vive escondida junto a sus ocho hijos luego de que los comandantes talibanes anularan su divorcio y la obligaran a volver con él.

Marwa forma parte del pequeño pero creciente número de mujeres que, bajo la antigua administración respaldada por Estados Unidos, lograron una separación legal en un Afganistán extremadamente patriarcal, donde la violencia doméstica es recurrente.

Sin embargo, cuando los talibanes regresaron al poder en 2021, su marido alegó que había sido forzado a aceptar el divorcio y las nuevas autoridades ordenaron que volvieran con él. «Mis hijas y yo lloramos mucho ese día. Me dije: ‘¡Oh Dios, el demonio ha vuelto'», contó la mujer.

Durante meses, Marwa soportó múltiples palizas, encerrada en la casa con las manos y los dedos rotos. «Hubo días en que estaba inconsciente y mis hijas me alimentaban», recuerda. «Solía tirarme del pelo tan fuerte que me quedé parcialmente calva. Me pegaba tanto que me rompió todos los dientes».

El divorcio, un tabú 

En Afganistán, nueve de cada diez mujeres experimenta violencia física, sexual o psicológica de su pareja, según la misión de la ONU en el país. Sin embargo, el divorcio, es cada vez más un tabú, por eso, los abusos y la sociedad continúa siendo despiadada con las mujeres que dejan a sus maridos.

La red nacional de refugios y servicios que protegían a las mujeres ha colapsado casi por completo y el ministerio de Asuntos de la Mujer y la Comisión de Derechos Humanos desaparecieron.







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