En España, más de 990 mil toneladas de productos textiles terminan en los basureros al año. Las tasas de reciclaje textil son muy reducidas, pues solamente se reutiliza entre el 10-12 % de los residuos textiles, y menos del 1 % de la producción total se recicla.
El auge del fast fashion impulsa un desastre medioambiental, razón por la que influencers de sostenibilidad están llevando a cabo acciones para la reducción de su consumo, a través de la ropa reciclada, orgánica y de segunda mano.
Influencers de sostenibilidad contaron en un reportaje, publicado en el South China Morning, que gigantes de la moda rápida les han ofrecido 1.000 o 5.000 dólares por una publicación en sus redes sociales, pero que han rechazado por no ir con sus principios.
Estrellas de moda de las redes sociales como Masego Morgan y Brett Staniland, buscan denunciar los daños medioambientales causados por grandes compañías de moda como Shein, H&M y Zara.
Estas influencers, a través de sus plataformas impulsan a la ciudadanía a optar por moda respetuosa con el clima, donde elijan productos y servicios no solo basándose en su calidad y precio, sino también en su impacto ambiental y social.
Las cifras crecen para los influencers occidentales de moda, mientras el planeta sufre un daño irreparable
En occidente, los influencers de moda pueden llegar a cobrar cifras de hasta 6 ceros anuales a través de contenidos publicitarios, según un informe del Hot or Cool Institute.
Sin embargo, el precio para el planeta es altísimo. En el 2019, la industria de la confección fue responsable del 2% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Estas emisiones podrían llegar al 55% en 2030, cuando deberían bajar un 45% para cumplir con el Pacto de París.
Venetia La Manna, otra influencer de sostenibilidad que difunde el daño social y ambiental que ocasionan empresas como Adidas, Amazon y Nike, anima a comprar ropa de segunda mano con la finalidad de darle una segunda vida a la ropa.