Debido al cambio climático, las olas de calor serán más frecuentes, intensas y mortales en un futuro, así lo advirtió un informe de la Oficina de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas y de la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR).
Incluso – señalaron – podrían «exceder los límites humanos, psicológicos y sociales» en regiones como el Sahel, el Cuerno de África o el sur de Asia.
El estudio también advierte que, a finales de siglo, las olas de calor pueden causar la misma cantidad de muertes que el cáncer o las enfermedades infecciosas, especialmente en los países menos desarrollados. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), 820 millones de niños están en alto riesgo de verse expuestos a olas de calor.
«Los eventos meteorológicos extremos, tales como olas de calor e inundaciones, están golpeando a los más vulnerables, y es especialmente notorio en países con hambre, conflicto y pobreza«, subrayó en la presentación del informe el coordinador humanitario de la ONU, Martin Griffiths.
Agregó que el sistema humanitario no está preparado para este tipo de fenómenos. “Tiene una financiación insuficiente», señaló.
Se requieren soluciones
El informe también propone distintas soluciones, como crear mecanismos de alerta temprana de canículas o apoyar programas preventivos por parte de los actores locales que responden primero a las emergencias.
Además señala que muchas organizaciones humanitarias ya están aplicando soluciones cotidianas, como sistemas de aislamiento térmico natural de viviendas o ajustes de los horarios escolares.
Cabe mencionar que olas de calor recientes ya han tenido efectos muy letales en Europa (2003) y en Rusia (2010), donde se causaron 70.000 y 55.000 fallecimientos respectivamente.
Este reporte sobre los fenómenos de calor extremo se da a conocer a menos de un mes de la conferencia anual de la ONU sobre cambio climático (COP27), que se celebrará entre el 6 y 18 de noviembre en Egipto.
Fuente: Efe