Las autoridades ambientales de Perú deberán dar el visto bueno a los trabajos realizados por la compañía responsable del desastre ecológico
A casi tres meses del desastre ecológico, Repsol ha anunciado la culminación de los trabajos de limpieza en 28 playas afectadas por el derrame de petróleo. Las acciones fueron reportadas al Gobierno el último 13 de abril.
“Las playas han sido declaradas limpias y listas para el monitoreo respectivo y en espera de la conformidad por parte de la autoridad”, sostuvo la compañía en un comunicado.
Las labores de limpieza, agregó Repsol, se realizaron mediante el uso de la metodología SCAT, una técnica internacional de evaluación del litoral que busca determinar las mejores prácticas de limpieza para cada lugar.
Las tareas incluyeron análisis a profundidad del suelo, agua y sedimentos en toda la zona identificada como alcanzada por el derrame. La compañía detalló que se desarrollaron más de 1.400 muestreos fisicoquímicos: 759 en suelo, 206 en sedimento y 444 en agua, de la orilla, la superficie marina, plazas y alta mar.
En las zonas de difícil acceso, como acantilados, franjas costeras estrechas y peñas rocosas, se mantiene «un permanente monitoreo y vigilancia desde el mar» para recuperar cantidades pequeñas de crudo que pudieran desprenderse por el oleaje y las mareas, apuntó Repsol.
El derrame de crudo ocurrió el 15 de enero, cuando el buque italiano Mare Doricum descargaba combustible a las tuberías submarinas de la refinería La Pampilla, que opera la petrolera en el municipio de Ventanilla.
En un primer momento, Repsol reportó que se trataba de una fuga de 0,16 barriles (unos 25 litros), después elevó esa cifra a 6.000 barriles, aunque finalmente calculó que habrían sido 10.400, aún menos de los 11.900 que estima el Gobierno peruano (1,9 millones de litros).