SailGP reconoce y premia los esfuerzos ecológicos de sus equipos, destacando el compromiso con la reducción de la huella de carbono y la promoción de prácticas sostenibles.

Foto: Felix Diemer for SailGP/Handout via REUTERS.

Por Stakeholders

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En un giro innovador dentro del mundo del deporte, SailGP no solo celebra la velocidad en el agua, sino también los esfuerzos sostenibles de sus equipos. En su cuarta temporada, el Equipo Emirates Gran Bretaña ha sido coronado campeón de la Impact League, gracias a sus destacadas iniciativas medioambientales.

La competencia de SailGP, donde catamaranes de 15 metros alcanzan velocidades superiores a 96 km/h, se distingue por su enfoque en la sostenibilidad. A diferencia de otros deportes de motor, SailGP premia tanto el rendimiento deportivo como los esfuerzos sostenibles. La Impact League mide diversas áreas como la acción climática, la inclusión, la reducción de residuos y la innovación tecnológica.

El éxito de Emirates Gran Bretaña

El equipo Emirates Gran Bretaña ha sobresalido en la Impact League al asociarse con un proveedor de energía renovable para instalar paneles solares en su base. Esta iniciativa no solo abastece su propia infraestructura, sino también la de otros equipos internacionales.

“Obtenemos puntos por la colaboración, y eso es lo correcto cuando se trata del cambio climático”, enfatizó Ben Ainslie, director ejecutivo del equipo Emirates Gran Bretaña. Este espíritu colaborativo se refleja en los proyectos de impacto ambiental que los equipos emprenden en cada localización, desde la educación climática hasta las limpiezas de playas y océanos.

Fiona Morgan, directora de objetivos de la liga desde el 2020, indicó que el objetivo es alcanzar cero emisiones netas de carbono para la liga y utilizar el deporte como un catalizador para el cambio global. “El deporte tiene el poder de hablar con los aficionados como ningún otro. Si podemos educarlos para que sean activistas climáticos, estamos ayudando a cambiar el mundo”, afirmó.

A pesar de sus grandes avances, la liga enfrenta desafíos, como la dependencia de barcos de persecución que queman combustibles fósiles. «El retraso generalizado en la búsqueda de soluciones de descarbonización dentro de la industria marítima no deja a la liga otras opciones”, explicó Morgan.







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