El Amazonas colombiano enfrenta una preocupante situación que amenaza a los delfines rosados. La sequía que afecta a la selva amazónica ha provocado una disminución significativa en los niveles de agua en el río, impactando gravemente a la población de estos mamíferos en la región.
En medio de este sombrío panorama, se han registrado la muerte de varios delfines rosados, una de las dos especies presentes en el Amazonas junto con los delfines grises. El calentamiento del agua del río y la reducción de la concentración de oxígeno han tenido un impacto devastador en la fauna acuática, disminuyendo la disponibilidad de alimentos tanto para los delfines como para los pescadores locales.
Silvia Vejarano, bióloga y especialista en conservación de WWF Colombia, destaca que la muerte de delfines está siendo la señal más tangible del cambio climático. «Los delfines, como indicadores de la salud de los ecosistemas, enfrentan graves amenazas que podrían afectar no solo a la biodiversidad sino también a las comunidades que dependen de ellos para su sustento y cultura», comentó.
No obstante, esta situación podría empeorar en los próximos meses debido al Fenómeno El Niño. «Definitivamente el cambio climático nos está golpeando en la cara. La amenaza se agrava con la llegada del Fenómeno El Niño, que se espera que haya aún menos lluvia y más sequía en los próximos meses», comentó Jimena Valderrama, veterinaria de la Fundación Omacha.
Las autoridades y organizaciones de conservación trabajan arduamente para abordar estos problemas y buscar soluciones que protejan a los delfines de río y el frágil equilibrio del Amazonas colombiano.
Cabe mencionar que el Amazonas colombiano también se enfrenta a otros desafíos que incluyen la contaminación por mercurio de la minería ilegal, la deforestación, conflictos con pescadores, sobrepesca, caza ilegal, proyectos de infraestructura mal planificados, producción petrolera y el constante tráfico de barcos.