El humo de los incendios en Bolivia, Brasil y Paraguay generó precipitaciones oscuras y contaminadas

Por Stakeholders

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En las últimas horas, el norte de Uruguay ha experimentado un fenómeno meteorológico inusual: una «lluvia negra». Este tipo de precipitación ocurrió por la combinación de agua de lluvia con partículas de humo transportadas por los vientos desde los incendios forestales en Bolivia, Brasil y Paraguay. Los residentes locales quedaron alarmados al ver que la lluvia caía turbia y oscura, un fenómeno que ha sido confirmado por el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet).

Inumet explicó que el humo, que también ha provocado un «velo grisáceo» en el cielo y salidas del sol más rojizas, se desplazó hacia Uruguay debido a las corrientes de viento. La combinación de la humedad y las partículas contaminantes en el aire generó la precipitación oscura. Videos y fotos enviados por ciudadanos confirmaron la presencia de esta “lluvia negra”.

El fenómeno no se limitará a Uruguay. En Argentina, los medios locales informaron que se espera la llegada de la misma ‘lluvia negra’ en varias provincias del país, especialmente Buenos Aires, Salta, y Jujuy, entre otras.

De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional de Argentina, este lunes se emitió una alerta por la presencia de humo en 14 provincias, incluida la capital, Buenos Aires. La visibilidad y la calidad del aire se verán afectadas en gran parte del territorio, con el mayor impacto previsto entre la tarde y la noche de este martes.

Cabe resaltar que los incendios forestales en Bolivia, Brasil y Paraguay han arrasado millones de hectáreas y siguen fuera de control debido a las condiciones extremas de sequía. En Bolivia, las autoridades han informado que casi 4 millones de hectáreas han sido destruidas por el fuego.

¿Qué es la lluvia negra?

La lluvia negra es un fenómeno que se refiere a las precipitaciones de agua que vienen acompañadas de un color oscuro o negro, como consecuencia de la presencia de columnas de humo en el ambiente. En el caso de países como Argentina y Uruguay, que son las naciones que se encuentran actualmente afectadas por la lluvia negra, es consecuencia de los incendios forestales que se están dando en Bolivia, Paraguay y Brasil.

Como consecuencia de la acción del viento, el humo, las cenizas y el hollín de estos importantes incendios han llegado a los países aledaños, donde, a su vez, se han dado frentes fríos con precipitaciones en forma de lluvia. Estas lluvias, arrastran las partículas del incendio que están suspendidas en el aire, provocando que el agua sea de color marrón oscuro o, incluso, negro.

Tanto es así que el el Servicio Meteorológico Nacional de Argentina ha puesto en alerta un total de 14 provincias de las regiones NEA, NOA, Centro y Cuyo, al mismo tiempo que el Ministerio de Salud ha lanzado un comunicado con advertencias y recomendaciones para la población.

«Una cortina de humo proveniente de los incendios forestales en Bolivia, llegó hoy al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y a 10 provincias de la región norte del país, lo que afectará a personas de riesgos y con dificultades respiratorias por la mala calidad del aire, y reducirá notablemente la visibilidad», se lee en un comunicado.

Adicional a ello, se han dado una serie de recomendaciones a la población, especialmente personas con enfermedades respiratorias crónicas, enfermedades cardiovasculares, alergias, u otras condiciones de riesgo:

  • Limitar la exposición al humo.
  • Suspender las actividades al aire libre como la práctica de deportes, caminatas, etc.
  • Reducir las fuentes de contaminación del aire interior.
  • Mantener las ventanas y las rejillas de ventilación cerradas.
  • Si se dispone de aire acondicionado, utilizarlo en modo «ventilación» o «recirculación».
  • Colocar trapos o toallas enrolladas debajo de puertas y ventanas para evitar el ingreso de humo.
  • Evitar fumar, porque eso aumentará la contaminación del aire.
  • Si las concentraciones de humo fueran altas, no encender velas o chimeneas.
  • No utilizar la aspiradora porque favorecerá el movimiento de las partículas en el ambiente.
  • Manejar con precaución debido a la reducción de visibilidad, y con luces bajas.
  • El uso de mascarillas adecuadas que se ajusten bien a la cara puede ayudar a reducir la exposición personal al humo y las cenizas, sobre todo a aquellas personas que deben permanecer al aire libre durante períodos prolongados debido al trabajo u otros factores.






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