Por Stakeholders
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Cataluña, España, se encuentra en una situación sin precedentes al declarar oficialmente el gobierno local la «Emergencia por sequía«. Esta decisión impactará a aproximadamente 6 millones de personas en las áreas de Barcelona y Girona, donde el consumo de agua se verá limitado a un máximo de 200 litros por habitante al día.
El anuncio fue realizado en conferencia de prensa por el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el conseller de Acció Climàtica, David Mascort, tras la comisión interdepartamental de sequía. La fase de emergencia, la tercera y más grave de las cuatro contempladas, presenta escenarios de gran severidad para abordar la escasez de agua.
La fase tres de emergencia consta de tres estadios. En el primero, las dotaciones de agua se reducen a 200 litros por habitante y día para todos los usos, ya sean comerciales, industriales, recreativos o personales. En los estadios dos y tres, estas dotaciones descienden a 180 y 160 litros respectivamente, junto con el aumento de otras restricciones.
La entrada en emergencia implica una drástica disminución del riego agrícola en un 80%, del riego ganadero en un 50%, y del riego industrial en un 25%. Estos porcentajes también se aplican a usos recreativos. Además, en la limpieza de espacios urbanos, se prohíbe el uso de agua potable, excepto en casos de accidentes o incendios, permitiéndose únicamente el uso de agua regenerada o freática.
Las medidas adoptadas buscan mitigar el impacto de la sequía y garantizar un uso responsable del agua en la región, marcando una respuesta urgente ante la crisis hídrica que enfrenta Cataluña.
