Todos los municipios del Estado de Amazonas (Brasil) están oficialmente en emergencia. La Amazonía de Brasil ha presenciado delfines y peces muertos, barcos varados y miles de aldeas aisladas.

 

Por Stakeholders

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El bioma amazónico de Brasil atraviesa una crisis medioambiental y humanitaria sin precedentes producto de la sequía extrema, la deforestación y los incendios forestales.

La investigación internacional de  Wildlife Conservation Society (WCS) Brasil señala que la crisis climática es amplificada por El Niño y su impacto combinado está generando la sequía más intensa en la historia del estado de Amazonas, aproximadamente del tamaño del área combinada de Francia, España, Alemania y el Reino Unido juntos.

En la actualidad, la Amazonía de Brasil ha presenciado delfines y peces muertos, barcos varados y comunidades enteras temen quedar incomunicadas, sin agua y alimentos producto de la peor sequía de la historia. De hecho, miles de aldeas quedaron aisladas, situación que afecta a más de 100 mil personas.

A causa de este evento climatológico también se han multiplicado los incendios forestales clásicos de la temporada seca. En términos de fuegos, el mes de octubre fue el peor de los últimos 25 años. Manaos, la principal ciudad de la Amazonia, que tiene dos millones de habitantes, amaneció varios días envuelta en un denso humo que obligó a anular clases y eventos.

Ante este panorama, el Gobierno de Brasil envió un equipo de emergencia para investigar la situación. Encontraron que, en algunos lugares la temperatura del agua era superior a los 40.9 grados centígrados, 3 grados por encima de la temperatura promedio del cuerpo de los delfines y también de los humanos. Los científicos temen que la selva esté avanzando hacia un punto sin retorno. Todos los municipios del Estado de Amazonas (Brasil) están oficialmente en emergencia. 

De acuerdo con la investigación de BBC News Mundo, “en el Amazonas, el agua se evapora de los árboles para formar nubes de lluvia , además, se alimenta de esa agua para mantener la vida. Por ello, si una gran parte de la selva muere, el ciclo podría interrumpirse y el resto del Amazonas moriría rápidamente”. Esta, es otra señal de que la selva está perdiendo capacidad para recuperarse. 

La investigación resalta que, alrededor de un 17% del Amazonas ha sido deforestada desde 1970. “Si esa cifra alcanza el 25% y la temperatura global promedio aumenta más de 2.5 centígrados, los científicos creen que se llegaría a un punto de no retorno. Eso desataría un desastre para los millones de personas que habitan en el sur del Amazonas y dependen de la lluvia que produce la selva, así como para los miles de millones de habitantes del planeta que dependen de esta selva para mantener la temperatura global.

Cabe resaltar que, el Amazonas almacena alrededor de 120 mil millones de toneladas métricas de carbono., sin embargo, a causa de las sequías ocurridas en el 2015 empezó a perder su sumidero de carbono – situación que podría repetirse-. Los especialistas señalan que puede llegar el momento en el que la selva pierda su capacidad de recuperarse y algunas regiones se conviertan en sabanas.







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