La crisis climática no tiene tregua. Según la investigación científica United in Science, elaborada por organizaciones internacionales como la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y la Unesco, a pesar de la considerable reducción de contaminación del medioambiente a causa de la crisis de COVID -19, el cambio climático sigue avanzando en perjuicio del planeta.
El estudio afirma que el quinquenio comprendido entre 2016 y 2020 será el más cálido registrado en la historia. Más preocupante es que esta tendencia irá en crecimiento y en detrimento de los ecosistemas. En ese sentido, se tiene previsto que los objetivos planteados en el Acuerdo de París, que tratan sobre mantener el aumento de la temperatura por debajo de los 20 C, no llegarán a ser cumplidos.
“Las consecuencias de nuestra incapacidad para afrontar la emergencia climática están por todas partes: olas de calor extremo, incendios, inundaciones y sequías devastadoras. Y estos desafíos sólo van a empeorar”, señala António Guterres, secretario general de la ONU.
Una muestra del impacto negativo del cambio climático es la reducción de la extensión que ocupa el hielo marino del Ártico. Es decir, en el periodo 2106 – 2019 la pérdida de la masa de los glaciares fue superior a cualquier otra registrada desde el año 1950 en esa misma cantidad de años. Asimismo, la subida del nivel medio del mar se hizo evidente a escala mundial en los últimos diez años.
Las emisiones de gases de efecto invernadero también son otro agravante de este escenario. Sus niveles han ido aumentando año tras año y deben reducirse en 3% anual para llegar a mantener el calentamiento global en 20 C entre 2020 y 2030. Más aún, si se quiere ir a la par del Acuerdo de París se tiene que llegar a reducciones medias de estos gases en un 7 % anual.
“Las concentraciones de gases de efecto invernadero -cuyo nivel ya es el más elevado en tres millones de años- no han dejado de aumentar. Entretanto, grandes extensiones de Siberia han sufrido una prolongada y notable ola de calor durante el primer semestre de 2020, algo imposible de no ser por el cambio climático causado por el hombre”, refiere Petteri Taalas, secretario general de la OMM.
Según estimaciones, solo se puede encontrar estos niveles de concentración de gases en la era del Plioceno, entre 2,6 y 5,3 millones de años atrás.
“Este informe evidencia que, aunque muchos aspectos de nuestras vidas se han visto alterados en 2020, el cambio climático avanza de manera implacable”, agrega Taalas.
Efectos negativos
Las personas no están exentas a los efectos directos negativos del cambio climático. Según explica la OMM, las modificaciones de las condiciones hidrológicas harán que el riesgo a sufrir desastres por desbordamientos de ríos y lagos glaciares sea mayor.
Con miras al 2050, 1,600 millones de personas serán susceptibles a este tipo de siniestros. Por otro lado, al 2050 hasta 3,000 millones de personas podrían sufrir una carencia grave de agua.
Finalmente, en esa línea el secretario general de ONU hizo un llamado a realizar cambios para frenar la crisis climática, donde la ciencia y la tecnología son aliados claves.
“Ya sea que estemos abordando una pandemia o la crisis climática, está claro que necesitamos ciencia, solidaridad y soluciones decisivas. Tenemos una opción: seguir como siempre, lo que conduce a más calamidades, o podemos utilizar la recuperación de la pandemia de COVID-19 para brindar una oportunidad real de poner al mundo en un camino sostenible”, subraya.