La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), que se celebrará en Brasil este año, será el escenario de un intenso debate sobre la financiación climática, un tema que continúa dividiendo a los países desarrollados y en desarrollo.
Para Brasil, anfitrión de la cumbre, esta es una oportunidad histórica para posicionar las demandas de las naciones emergentes y de menores ingresos, que requieren de recursos urgentes para mitigar los impactos del cambio climático.
André Correa do Lago, presidente de la COP30 y reconocido diplomático brasileño, subrayó que las necesidades de los países en desarrollo son claras: un financiamiento climático que esté a la altura de los retos.
Durante la COP29, los países ricos se comprometieron a triplicar los fondos destinados a estas naciones, alcanzando un objetivo de 300.000 millones de dólares anuales para 2035. Sin embargo, esta cifra es solo una fracción de los 1,3 billones de dólares que los países en desarrollo afirman necesitar para afrontar adecuadamente la crisis climática.
Un contexto desafiante marcado por la retirada de Estados Unidos
La decisión de Estados Unidos de abandonar el Acuerdo de París, anunciada durante la COP29, ha generado incertidumbre en torno al liderazgo global en materia climática. Bajo la administración de Joe Biden, se implementaron políticas clave para fortalecer el financiamiento climático a través de bancos multilaterales como el Banco Mundial. Sin embargo, Correa do Lago advirtió que sin estas iniciativas, será aún más complicado alcanzar los objetivos propuestos.
«Es profundamente erróneo que las naciones desarrolladas busquen reducir su aporte financiero mientras intentan ampliar la base de contribuyentes a economías emergentes como China y los Estados del Golfo», afirmó Correa do Lago. La presión de los países ricos para que las economías en desarrollo, muchas de las cuales son grandes emisoras, asuman un papel financiero más significativo ha sido fuente de tensiones constantes en las negociaciones climáticas.
El rol de los BRICS y el liderazgo de Brasil en la COP30
Brasil buscará alinear posturas dentro del bloque BRICS, que incluye a China, India, Rusia y Sudáfrica, para consolidar una posición conjunta de las economías emergentes en la COP30. Según Correa do Lago, este foro puede ser clave para crear consensos y enfrentar las presiones de las naciones desarrolladas.
Durante la cumbre del G20 celebrada en Brasil el año pasado, el país sudamericano lideró los esfuerzos para bloquear intentos de incluir a las economías emergentes en las obligaciones de financiamiento climático, demostrando su capacidad para articular alianzas estratégicas.
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Los países en desarrollo han sido categóricos al señalar que ya están realizando esfuerzos significativos con sus propios presupuestos para combatir el cambio climático. Brasil, por ejemplo, ha intensificado sus iniciativas para frenar la deforestación en la Amazonía, mientras que China ha transformado la industria de las energías limpias con inversiones masivas que han reducido los costos de tecnologías como los paneles solares y los vehículos eléctricos.
«China está proporcionando infinitamente más recursos al mundo en desarrollo al abaratar estas tecnologías clave, algo mucho más significativo que contribuir con cantidades simbólicas», destacó Correa do Lago.
Expectativas para la COP30 de Brasil
Con la presidencia brasileña en la COP30, se espera que el debate sobre la financiación climática gane un nuevo impulso. La cumbre no solo será una oportunidad para recalcar las responsabilidades históricas de las naciones ricas, sino también para explorar mecanismos innovadores que permitan movilizar recursos suficientes para las regiones más vulnerables del mundo.
Brasil, como anfitrión, buscará consolidar su liderazgo en las negociaciones climáticas, abogando por un modelo de financiación que priorice la justicia y la equidad. La COP30 promete ser un momento crucial en la lucha global contra el cambio climático, donde las decisiones tomadas marcarán el rumbo hacia una transición energética justa y sostenible.
Con información de Reuters.