Lugares como las Maldivas, el Kilimanjaro, las islas del Pacífico, Venecia y otros destinos se enfrentan a la perspectiva de desaparecer o sufrir daños irreversibles

Por Stakeholders

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El aumento del nivel del mar, el aumento de las tormentas, el derretimiento de los glaciares y la degradación de los ecosistemas ponen en riesgo áreas que atraen a millones de visitantes anualmente

El cambio climático está rediseñando el mapa de los destinos turísticos globales y poniendo en peligro la existencia de algunos lugares. El aumento del nivel del mar y de las tormentas, el derretimiento de los glaciares y la degradación de los ecosistemas ponen en riesgo zonas que, por su belleza natural, atraen a millones de visitantes cada año, de acuerdo con información de BBC News Mundo.

Este fenómeno además de ser una preocupación ambiental también tiene implicaciones económicas y culturales para las comunidades que dependen del turismo para su sustento.

Mientras lugares como las Maldivas, el Kilimanjaro, las islas del Pacífico, Venecia y otros destinos se enfrentan a la perspectiva de desaparecer o sufrir daños irreparables. Es clave entender la conexión entre los eventos climáticos y estos desastres naturales.

Un ejemplo emblemático de esta amenaza se puede ver en las recientes inundaciones que devastaron el estado de Rio Grande do Sul. Este fenómeno extremo, ampliamente atribuido al cambio climático, provocó importantes pérdidas de vidas y bienes materiales. El lugar también se verá afectado por la reducción de turistas, que constantemente buscan la región de la Sierra Gaúcha en esta época del año. De acuerdo con especialistas entrevistados por BBC News Brasil, “la relación entre estos desastres y las catástrofes climáticas es evidente”

«Vivimos en un mundo que está viviendo un proceso de transformación muy intenso, ya sea en la expansión urbana o en el uso de los recursos naturales. Esta expansión ha alterado mucho el medio ambiente en los últimos 100 años», explica Jean Ometto, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil.

Para el especialista, estos cambios tienen un impacto directo en los ecosistemas y las comunidades humanas, sobretodo en regiones que dependen del equilibrio ambiental para mantener su biodiversidad y actividad turística.

La mala noticia es que, si no se implementan políticas públicas con urgencia, el pronóstico para los próximos años es desalentador.

De acuerdo con un estudio realizado en 2022 por la UNESCO, en colaboración con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), algunos glaciares considerados patrimonio de la humanidad desaparecerán en 2050. Los efectos no sólo se aplican a los glaciares, sino también a playas, islas y montañas de varios continentes.

¿Qué lugares sufrirán más?

Las Islas Maldivas e islas del Pacífico podrían desaparecer. Uno de los destinos más visitados por los turistas que quieren disfrutar de aguas turquesas y arena blanca podría desaparecer en el año 2100. Así lo señalan las proyecciones realizadas por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) en relación a Maldivas y otras islas del Pacífico.

Según el informe “Ocean, Cryosphere and Sea Level Change”, el nivel del mar incrementará en 2050 entre 0,18 metros -un escenario con bajas emisiones de gases de efecto invernadero– y 0,23 metros para un escenario de altas emisiones. Para 2100, el pronóstico es aún más preocupante: podría subir entre 0,38 metros y 0,77 metros, respectivamente.

Otro estudio, publicado en la revista Science Advances y realizado por científicos del Servicio Geológico de Estados Unidos, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica y la Universidad de Hawái, mostró que la región podría volverse inhabitable ya en 2060.

El trabajo científico también reveló que las Islas Carolinas, las Islas Cook, las Islas Gilbert, las Islas Line, las Islas de la Sociedad, las Islas Spratly, las Seychelles y las Islas del Noroeste de Hawái también corren el riesgo de quedar sumergidas en los próximos cuarenta años.

“Lo que pasa es que estas islas son muy bajas y susceptibles al aumento del nivel del mar. Esta elevación no es uniforme y ya existe una diferencia de altura entre los océanos Atlántico y Pacífico”, menciona Pedro Côrtes, profesor del Instituto de Energía y Medio Ambiente de la USP. El docente también resalta que lo mismo ocurrirá con la Polinesia Francesa, Tuvalu y otros islotes del Pacífico.

“El agua más caliente se expande, lo que facilita el aumento del nivel del mar. Con el ritmo del cambio climático, estas islas desaparecerán”, afirma Ometto.

Los canales de Venecia

Otro destino que atrae a varios turistas anualmente y es susceptible al cambio climático y a una posible desaparición es Venecia, en Italia. La ciudad ya está sufriendo producto del turismo de masas, las inundaciones e incluso la sequía.

En 2023, la UNESCO recomendó que la región italiana se añadiera a la lista de sitios patrimoniales en peligro. Incluso con la advertencia de la agencia, la ciudad quedó fuera de la lista.

“Italia está llevando a cabo trabajos para contener el aumento del nivel del mar, pero los intentos de implementarlos han sido muy limitados. Es posible que funcionen en el futuro, pero Venecia es muy vulnerable al cambio climático”, dice Paulo Artaxo , miembro del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU.

Destinos invernales en peligro de extinción

Además de playas e islas paradisíacas, en los próximos años podrían verse afectadas las regiones montañosas y las regiones turísticas de invierno. Algunos destinos de esquí ya están produciendo nieve artificial y podrían incluso cerrar antes de tiempo por falta de polvo blanco, según los expertos.

«El turismo de invierno podría verse gravemente perjudicado. Es posible que dentro de unas décadas ya no haya un número significativo de glaciares en el extremo sur del continente americano», destaca Côrtes.

«La reducción de la capa de nieve ya está afectando a las zonas de esquí de Estados Unidos y de los Alpes. El derretimiento de los glaciares significa que hay menos nieve en las estaciones. Toda la industria del esquí podría desaparecer», advierte Artaxo.

El estudio de la UNESCO, citado al principio del informe, mostró también que los glaciares situados en 50 sitios del Patrimonio Mundial están retrocediendo a un ritmo alarmante desde los años 2000 debido a las emisiones de CO2.

Estos glaciares, entre los que se encuentran algunos de los más famosos del planeta, como los más cercanos al monte Everest y el último que queda en África, están perdiendo 58.000 millones de toneladas de hielo anualmente. Esta pérdida equivale al consumo anual de agua de Francia y España combinados y contribuye con casi el 5% al aumento global del nivel del mar.

¿Cuáles son los destinos en peligro en América Latina?

Los glaciares del Parque Nacional Los Alerces, en la región de la Patagonia, en Argentina. Tienen la segunda mayor pérdida de masa en comparación con el año 2000, correspondiente al 45,6%.

Los glaciares del Parque Nacional Huascarán, en Perú, se han reducido en un 15% desde 2000.

Las pequeñas zonas de glaciares del Parque Nacional de Yellowstone, en Estados Unidos.

Los glaciares del Parque Internacional de la Paz Waterton Glacier, situados en la frontera entre Canadá y Estados Unidos. Estos perdieron el 26,5% de su volumen en 20 años.

«Santiago de Chile, por ejemplo, depende del almacenamiento en la Cordillera de los Andes para tener agua disponible durante el período estival. Depende enteramente de la nieve que se ha almacenado en la cordillera. Si esta nieve deja de existir, la ciudad tendrá problemas con la seguridad hídrica”, afirma Artaxo.

Impactos en el turismo y la población

En el sector turístico, el cambio climático no sólo afecta a las actividades directamente relacionadas con el hielo y la nieve, como el montañismo y el esquí, sino también a los ecosistemas y paisajes que atraen a los visitantes.

Además, la falta de agua derivada del derretimiento del hielo puede provocar una escasez de recursos hídricos, afectando a hoteles, complejos turísticos y otras infraestructuras que requieren agua potable para funcionar.

Otros fenómenos climáticos como inundaciones, huracanes y sequías también generan severos impactos en los sitios turísticos.

El problema también influye en la generación de empleo en cada localidad, que tiende a desaparecer. En ciudades y regiones que viven exclusivamente del turismo, toda la cadena se ve impactada. «Ciertamente afecta a todos los sectores, especialmente si viven únicamente de eso. Esto incluye agencias de turismo, hoteles y tiendas que venden los más diversos productos», dice Vitor de Pieri, profesor del departamento de Turismo de la Universidad Estatal de Río de Janeiro (UERJ).







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