Por Stakeholders
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El Gobierno de Alemania propone nuevas penas de cárcel para frenar las protestas de activistas que bloquean los aeropuertos. Esto, luego de los incidentes recientes que paralizaron el tráfico aéreo y generaron preocupación.
El último jueves, ocho activistas de la organización Última Generación lograron colarse en cuatro aeródromo, Núremberg, Colonia-Bonn, Stuttgart y Berlín, donde accedieron a las pistas de despegue y aterrizaje, pegándose al asfalto para protestar contra el uso de combustibles fósiles.
La ministra del Interior, Nancy Faeser, calificó estas acciones de «delictivas y peligrosas” a través de sus redes sociales. Asimismo, anunció que se está trabajando en un borrador para modificar la Ley de Seguridad Aérea, con el fin de tipificar estas manifestaciones como delitos penales.
Actualmente, las intrusiones en áreas restringidas de los aeropuertos se consideran infracciones administrativas y se sancionan con multas. Sin embargo, bajo la nueva normativa, que aún debe ser aprobada por el Parlamento, los infractores podrían enfrentar hasta dos años de prisión. El objetivo de la modificación es disuadir a los activistas de repetir estas peligrosas protestas.
Cabe mencionar que este último episodio no es aislado. Hace menos de un mes, seis miembros de la misma organización ingresaron al aeropuerto de Fráncfort, el más transitado de Alemania, utilizando bicicletas, monopatines y pequeñas tenazas para sortear las barreras de seguridad. Con pancartas que leían “El petróleo mata”, los activistas lograron interrumpir el tráfico aéreo, lo que llevó a la cancelación de 140 vuelos. Una acción similar tuvo lugar en mayo en Múnich, mostrando un patrón de protestas cada vez más frecuentes y coordinadas.
