Por Stakeholders
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El océano pacífico está en riesgo debido a la explotación minera. Científicos y activistas advierten que la minería podría destruir hábitats y especies, afectar la capacidad del océano para absorber el dióxido de carbono; y provocar ruidos que alteren la comunicación de las ballenas entre sí.
Por su parte, Emma Wilson, de la Deep Sea Conservation Coalition, considera que se trata de un riesgo real e inminente, además mencionó que hay muchos ecologistas interesados que están alertando sobre los riesgos medioambientales de esta actividad.
A pesar de que el tratado para proteger la altamar se apruebe, minimizar los riesgos a corto plazo, es difícil, ya que no regirá de inmediato y tendrá que llegar a un acuerdo con la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (AIFM).
La AIFM es una agencia que pertenece a la ONU y tiene 167 países miembros. Además, tiene autoridad sobre los fondos oceánicos fuera de las zonas económicas exclusivas de los Estados miembros, que se extienden hasta 200 millas náuticas, o 370 kilómetros, desde las costas.
Diversos grupos conservacionistas aseguran que la AIFM tiene dos metas contradictorias: preservar los fondos marinos de altamar y a la vez ejecutar la extracción de recursos de los fondos oceánicos.
A la fecha, unos 30 centros de investigación y empresas cuentan con autorización para explorar -pero no explotar- algunas zonas limitadas.
Hace casi 10 años diversos negociadores vienen debatiendo la aprobación de un código minero para empezar con las actividades extractivas.
Océano en riesgo
Durante el 2021, Nori (Nauru Ocean Resources), filial de la canadiense The Metals Company, invocó una cláusula que le permite exigir la adopción de las normas pertinentes en un plazo de dos años. Cumplido ese plazo, el gobierno podría requerir un contrato minero
«Lo único que necesitamos son normas y reglamentos«, manifestó, Margo Deiye, embajadora de Nauru.
Diversas organizaciones temen que Nori consiga un contrato minero sin las protecciones de un código minero.
Grupos conservacionistas advierten que los procedimientos de la AIFM son «oscuros» y favorecen a la extracción.
Moratoria
Para la bióloga Lisa Levin, del Instituto Oceanográfico Scripps, el océano profundo es la parte menos conocida del océano, es por ello que el cambio podría suceder sin que nadie lo viera nunca.
Levin ha firmado una petición que solicita imponer una moratoria a la minería. Algunas compañías y al menos doce países respaldan la petición, incluyendo Francia y Chile.
Por su parte, The Metals Company, bajo el eslogan «Una batería es una roca”, puntualiza las necesidades que tiene el mundo de metales útiles para las baterías de vehículos eléctricos.
