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El sistema alimentario está en crisis: innovaciones sostenibles desde el Sur para su solución

POR PABLO VEGA BUCCICARDI y DIEGO VALDEIGLESIAS NÚÑEZ

El sistema alimentario y agrícola mundial tiene el poder de nutrir a la creciente población del planeta, impulsar los medios de subsistencia y el empleo, y ayudarnos a alcanzar nuestros objetivos climáticos y naturales. Sin embargo, los esfuerzos que se han venido desplegando no son suficientes y los resultados son catastróficos.

A nivel socio-sanitario

Más de 700 millones de personas sufren hambre y se calcula que 3000 millones de personas padecen algún grado de inseguridad alimentaria (IAL). Es decir, cada vez más personas no tienen acceso regular y permanente a alimentos en cantidad y calidad suficientes para sobrevivir.

En Latinoamérica, el 41 % de la población sufre IAL moderada o graves. Desde 2012, la IAL ha aumentado en casi todos los países de América Latina encuestados.

A nivel de cambio climático

El sistema alimentario y agrícola genera aproximadamente 30 % de los gases de efecto invernadero totales, esto genera el 90 % de la deforestación, en torno a 65 % de la pérdida de biodiversidad, y en torno a 70 % del uso de agua dulce. El sistema de alimentación, tal como funciona actualmente, no solo provoca un daño medioambiental grave, como señalan las cifras, sino que también es muy vulnerable al cambio climático.

La paradoja del Perú

El Perú se encuentra entre las mejores cocinas del mundo y, según la última encuesta de Ipsos, el 90 % de los peruanos se siente orgulloso de su comida. Por otro lado, en los últimos 20 años la producción agrícola ha crecido de forma sostenida, pasando de exportar 0.8 (US$ miles de millones) en 1998 a un récord histórico de 10.1 (US$ miles de millones) el año 2023.

Sin embargo, 40 % de los niños de 6 a 35 meses sufre anemia en el Perú y 16,6 millones de habitantes, de los 33 millones que tiene Perú, están en inseguridad alimentaria moderada y grave.

Fue FAO, el año 2022, quien lanzó una alerta advirtiendo que “Perú se había convertido en el país con mayor inseguridad alimentaria de Sudamérica”.

En síntesis, el fenómeno es preocupante a nivel internacional y especialmente en el Perú, ya que el hambre activa fenómenos de inestabilidad social, inestabilidad política y polarización.

Cambio de enfoque

Tal como señala Gonzalo Muñoz, High-Level Champion COP25 y presidente del pilar de actores no estatales en la agenda de Sistemas de Alimentación y Agricultura COP28: “Tenemos que transformar nuestro sistema alimentario para que sea beneficioso para las personas, el clima y la naturaleza. Esto significa cambiar la forma en que cultivamos los alimentos, así como lo que producimos y consumimos”.

Para ello necesitamos el trabajo concertado y dedicado de todos los actores implicados en el sistema alimentario: agricultores y productores de alimentos, proveedores de insumos, comerciantes, procesadores, empresas de bienes de consumo, minoristas, instituciones financieras, ciudades, consumidores y Gobiernos.

Figura 1. Crece la inseguridad alimentaria en Latinoamérica % de encuestados en Latinoamérica cuyo hogar se quedó sin alimentos* en los últimos tres meses (2012-2023)

Por falta de dinero o recursos /1500 encuestados en persona (excepto Haití y Nicaragua: encuesta telefónica) por país / Países seleccionados / Fuente: Barómetro de las Américas / Elaboración: Statista

Orquestar valor compartido en el sistema alimentario peruano

A nivel internacional se está trabajando aceleradamente con una serie de actores para acelerar la acción que impacte el sistema alimentario.

En el Perú, tenemos una importante ventana de oportunidad con tres sectores, que de forma orquestada pueden trabajar juntos para generar transformaciones relevantes en territorios estratégicos del país:

– Minería. Víctor Gubitz, CEO de Minera Antamina, comprende que el “desarrollo de un proyecto minero de envergadura requiere necesariamente un análisis que incorpore el desarrollo del territorio inserto en su área de influencia operativa; es decir, que no se limita a la vecindad de la mina, sino que agregue en su análisis de capacidades productivas al corredor económico que genera, como una manera efectiva de catalizar la inclusión social, porque integra territorios altoandinos, de baja densidad poblacional, con territorios costeros de mayor densidad poblacional” (Gubitz, 2023).

– Agroexportación. Para Rosario Bazán, fundadora y CEO de Danper, hablar de sostenibilidad es hablar de viabilidad. Y la tarea es “sacar adelante a nuestro país, y la verdadera gran revolución que necesitamos es desarrollar liderazgos con una sola visión de objetivos comunes que converse y se conecte con la realidad de Perú; inculcar en las generaciones actuales y futuras, la necesidad y responsabilidad de ser íntegros y competentes; y tener un propósito de vida que trasciende a nosotros mismos, para construir un país con oportunidades de desarrollo para todos sus ciudadanos” (Bazán, 2024).

– Gastronomía. Gastón Acurio en un crucial discurso señala que “los cocineros tenemos muchas cosas que decir: además de cocinar, tenemos una enorme responsabilidad como miembros de una generación a la que se le ha dado con mucha generosidad la oportunidad de representar a su país en aquello que tiene de más poderoso, su gastronomía; en aquello que el mercado hoy más valora y aprecia de nosotros; en aquello que puede generar enormes cambios no solo económicos, sino que fundamentalmente, en la manera cómo los peruanos debemos encarar nuestro futuro personal y el futuro del Perú” (Acurio, 2006).

Los tres actores referentes muestran la importancia del valor compartido en el sistema alimentario. Ante la coyuntura actual, debemos resolver con sentido de urgencia las prioridades que impactan negativamente en la calidad de vida de la población y en la competitividad de los sectores productivos del país.

Peruanos Unidos por la Cocina y la Alimentación

Una experiencia importante para contribuir a este desafío, es lo que viene desarrollando Peruanos Unidos por la Cocina y la Alimentación (PUCA). Una organización respaldada por Acurio Restaurantes cuya visión es fortalecer las cadenas de valor de la gastronomía del Perú impactando en el bienestar y desarrollo de los actores del ecosistema.

A través del proyecto T-INKI (“encuentro” en quechua), busca fortalecer las capacidades e infraestructura de pequeños y medianos productores, pescadores y restaurantes, entre otros actores claves de la cadena de valor del sistema alimentario y agrícola peruano, contribuyendo al desarrollo y bienestar de un ecosistema alimentario más sostenible, inclusivo y resiliente.

Este proyecto está siendo construido con importantes aliados del ecosistema alimentario, financiero y tecnológico peruano e internacional a través de un modelo de plataforma digital que conecta, fortalece las relaciones y genera interoperabilidad entre oferta y demanda del territorio de operación de organizaciones relevantes de los sectores mencionados. En los últimos cinco años, el mundo ha empezado a encender las alarmas de que tenemos un sistema de alimentación que no está siendo capaz de resolver el problema. Estamos ante un problema complejo que nos exige, por una parte, construir soluciones colaborativas, a largo plazo y en sinergia privado-pública. Y, por otro lado, aprovechar la ventana de oportunidad de acelerar ecosistemas de innovación sostenibles Sur-Sur y, especialmente, en el Perú.

Juntos llegaremos más lejos y estamos a tiempo de nutrir el mundo y de transformar vidas.