Por Stakeholders

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El 2020 no ha sido un buen año para la empleabilidad de las personas en Latinoamérica, especialmente en las mujeres. Un reciente estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) determinó que la tasa de desempleo en las mujeres el año pasado fue de un 12%, frente a un 9,7% de los hombres.

Los antecedentes indican la existencia de desigualdad entre los dos géneros en la materia. Sin embargo, la pandemia por la COVID -19 ha profundizado esta brecha, así lo da a conocer el organismo en el informe. «Se registró una contundente salida de mujeres de la fuerza laboral, quienes, por tener que atender las demandas de cuidados en sus hogares, no retomaron la búsqueda de empleo».

Como mencionan ,muchas de ellas, al verse desligadas del ámbito laboral, no retomaron la búsqueda de empleo dado el rol que asumen dentro del hogar. En ese sentido, su participación en los entornos laborales se redujo a un 46%, en tanto la de los hombres a un 69% en el 2020. Estos porcentajes consideran a la población en condiciones de trabajar, lo que incluye empleados y desempleados en Latinoamérica.

Otro factor que representa un riesgo para el aumento del desempleo femenino es el sector. Por ejemplo, el informe identifica que el 56,9% de mujeres de Latinoamérica se desempeñan en áreas donde la pandemia afecta notablemente los ingresos y la tasa de empleos.  Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, manifestó un caso: “El trabajo doméstico remunerado, por ejemplo, que se caracteriza por una alta precarización y por la imposibilidad de ser realizado de forma remota”.

Entre otros aspectos, que han generado la disminución del empleo femenino, yace la sobrerrepresentación de las mujeres en hogares pobres de la región. Además, su desenvolvimiento en el ámbito de la informalidad, que las hace más vulnerables a ser despedidas. Todo ello conlleva a otros problemas como la falta de acceso a servicios financieros y el aumento de la brecha digital. En suma, lo que queda claro desde la CEPAL es que la“COVID-19 profundiza los nudos estructurales de la desigualdad y atenta contra la autonomía de las mujeres” en América Latina.

Previo al año de la pandemia, se calculó que el 11,1% de mujeres laboraban en trabajo doméstico. En Brasil, con la crisis sanitaria se redujo en un 24,7% el número de mujeres con esa ocupación. De igual manera, en Chile fue en un 46,3%, Colombia en un 44,4%, Costa Rica en un 45,5%, México en un 33,2% y Paraguay en un 15,5%.

La ONU ha estimado que durante el año pasado 23 millones de mujeres de Latinoamérica cayeron en la pobreza, por lo que el total ahora asciende a 118 millones.







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