
Por: Denisse Torrico
El agua es el recurso más escaso del mundo y es considerada por el Banco Mundial como una prioridad para lograr acabar con la pobreza. En el Perú, la situación es igual de preocupante. Más de 3.6 millones de personas no tienen acceso a este servicio básico.
De acuerdo con Gisela Murrugarra, directora de país de la organización Water For People, si bien se ha avanzado en la cobertura de agua potable, los trabajos no han sido suficiente, sobre todo en la zona rural.
“A nivel urbano estamos bordeando el 90% de cobertura en agua potable y más o menos el 70% a nivel de saneamiento. En el caso de rural, es lo opuesto, a nivel de agua estamos alrededor del 70% y a nivel de saneamiento estamos solo alrededor del 30%”, detalló la vocera de la organización. Agregó que solo en Lima Metropolitana, se estima que al menos un millón de personas carecen de este servicio, siendo San Juan de Lurigancho el distrito con más personas afectadas.
Explicó que la falta de saneamiento y de acceso a agua potable se debe principalmente por temas logísticos y de infraestructura, generando un fuerte impacto en diversos sectores como educativo, salud, economía, entre otros.
¿Cómo se resuelve? Murrugarra comentó que para lograr superar la brecha se requiere una mejor planificación municipal y de obras de infraestructura.
“El último Plan Nacional de Saneamiento, que se publicó a fin del año pasado, estimaba que se necesitaba más o menos una brecha de alrededor 52 mil millones de soles. Eso significa que se requieren 7 mil 600 millones por año, desde el año pasado hasta el 2030, para cerrar la brecha”, indicó. Añadió que si bien es fundamental la intervención del Estado, la participación ciudadana también es necesaria.