Por Stakeholders
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El Ministerio de Economía y Finanzas proyecta un crecimiento del 4% para la economía peruana en 2025, impulsado por el alza en los precios internacionales del cobre y el oro, la ejecución de nuevos proyectos de inversión y una gestión fiscal responsable pese a un déficit del 2.2% del PBI. Según declaraciones del ministro José Salardi, esta dinámica coloca a Perú como uno de los líderes regionales, superando a economías de Colombia, Chile, Brasil y México.
Impulso desde los sectores minero e industrial
La expectativa de crecimiento se sustenta en el fortalecimiento de sectores clave. La consolidación de inversiones públicas y privadas, especialmente en infraestructura y minería, se traduce en un acelerado gasto privado y en una mayor confianza empresarial. Además, la reducción de la cotización del petróleo y la estabilidad en las condiciones climáticas entre marzo y septiembre permitirán que la agricultura y la pesca operen en un entorno favorable, aportando al dinamismo general de la economía.
Un entorno de inversión y reducción de barreras
Entre los factores que favorecen esta perspectiva destacan la flexibilización de los costos de financiamiento, derivada de menores tasas de interés, y un shock desregulatorio que promete derribar barreras burocráticas. Estas medidas facilitan el acceso al crédito para empresas y familias, incentivando una inversión más ágil y robusta. Salardi enfatizó que, si se consolidan estos supuestos, el crecimiento podría materializarse; de lo contrario, la meta del 4% se vería amenazada.
Indicadores que respaldan el optimismo
El desempeño reciente de la economía peruana refuerza esta visión. En enero de 2025 se registró un crecimiento del 26.7% en las importaciones de bienes de capital, la cifra más alta desde agosto de 2021, mientras que las importaciones de bienes de consumo subieron un 22.2%, marcando el mayor avance desde junio de 2021. Además, el récord histórico de exportaciones alcanzado el año pasado, con un total de US$76,000 millones y un superávit comercial de US$24,000 millones, sitúa al país en la senda para superar los US$100,000 millones en exportaciones a mediano plazo.
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Expectativas empresariales y estabilidad fiscal
Las encuestas empresariales reflejan un ambiente optimista, con expectativas positivas a 3 y 12 meses durante ocho meses consecutivos. En paralelo, el MEF reitera su compromiso con la prudencia fiscal: se proyecta un déficit moderado del 2.2% del PBI y una deuda pública equivalente al 33%, la proporción más baja en la región. Estas cifras son el resultado de una trayectoria de reformas políticas y de un entorno macroeconómico robusto, validado por las principales agencias de calificación crediticia.
Respaldo de las agencias internacionales
Fitch Ratings y Moody’s Investors Service han reafirmado la calificación crediticia del Perú en “BBB” y “Baa1” respectivamente, mejorando sus perspectivas de negativa a estable. Estas evaluaciones destacan las fortalezas macroeconómicas del país y su largo historial de gestión fiscal prudente, en un contexto de reformas que han contribuido a estabilizar el entorno político y económico.
Un escenario prometedor para el futuro
Con un crecimiento del 3.3% registrado en 2024 y una consolidación de los pilares macroeconómicos, Perú se posiciona para liderar el crecimiento regional en 2025. La conjunción de mejores precios internacionales, inversión en sectores estratégicos y una política fiscal responsable augura un año de grandes desafíos y oportunidades, en el que la economía nacional podría marcar un antes y un después en su desarrollo.
Esta visión optimista, sin embargo, depende de la materialización de los supuestos planteados. La capacidad para impulsar inversiones, mantener la estabilidad en los precios internacionales y gestionar eficazmente los desafíos internos serán determinantes para alcanzar el ambicioso objetivo de crecimiento anunciado por el MEF.
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