Por Stakeholders

Lectura de:

RODRIGO SALCEDO DU BOIS, PH.D.
Especialista Senior en Desarrollo Rural Sostenible

Merece analizar la sostenibilidad de tres productos agroindustriales que son importantes para la economía: palma aceitera, cacao y arroz.

La producción de palma aceitera se vio fuertemente impulsada por la lucha los cultivos ilícitos a partir de los 90. Esto
propició al inicio la aparición de pequeños productores y luego de grandes productores con más de 1 000 hectáreas y,
en algunos casos, más de 20 000. Esto no sería un problema si la instalación de parcelas de palma no hubiese promovido la pérdida de bosque primario en la Amazonía.

El país pasó de tener 15 000 hectáreas de palma en el año 2000 a más de 108 000 reportadas en el 2019. Un crecimiento
asociado a la pérdida de bosque en la Amazonía especialmente en cuatro regiones: Loreto, Ucayali, San Martín y Huánuco.


Además, si bien la mayor parte de la producción proviene de pequeños productores que cuentan con no más de 50 hectáreas para producir palma, más del 76% de la oferta de aceite de palma proviene de dos empresas, denotando una importante concentración en las ventas de aceite.

Si bien hay avances en la implementación de los compromisos establecidos en la Mesa Redonda de Aceite de Palma
Sostenible (RSPO), aún falta trabajo por hacer en cuanto al monitoreo de las áreas degradadas y la generación de incentivos adecuados para evitar la deforestación de manera que se evite una situación similar a la Indonesia o Brasil.
El cacao es un cultivo que tomó especial relevancia desde el año 2010. Al igual que la palma aceitera y el café, la producción de cacao se vio impulsada por los programas de promoción de cultivos alternativos. El cacao es principalmente producido por pequeños productores de la Amazonía. Se estima que existen más de 120 000 productores de cacao y únicamente el 5% de la producción corresponde a cacao fino de aroma y de mayor calidad mientras que el resto es considerado común.


Además del potencial riesgo de deforestación en la Amazonía, un riesgo adicional a considerar es el desplazamiento
de las variedades nacionales, consideradas originarias, por variedades foráneas como el CCN-51 de mayor rendimiento. Es importante realizar un manejo sostenible del cultivo combinando variedades y evitando la pérdida de material genético originario. El rol de las cooperativas en este caso es crucial para el manejo sostenible del cultivo.


El arroz es uno de los principales cultivos del país y el de mayor producción. Se estima que el consumo anual promedio por persona de arroz es de más de 1.1 kg a la semana. El arroz es el producto de la costa que presenta la mayor huella hídrica (3 041 hm3 en el año 2015) debido a que la mayor parte de la producción se lleva a cabo en la costa gracias a
los proyectos de irrigación. Un mal manejo del drenaje en los campos de arroz puede llevar a la salinización y pérdida
de suelos en la costa.

Asimismo, el arroz puede ser un cultivo que fomente la deforestación en la Amazonía. Un punto importante de la cadena de arroz es el potencial poder de mercado de los principales acopiadores de arroz: los molinos. Estos actores no sólo ejercen poder de compra sino también cuentan con poder de mercado por el lado del financiamiento ya que son los principales habilitadores de pequeños productores. Así, los molinos suelen pagar bajos precios por el arroz, comprometiendo la sostenibilidad económica y social de la cadena. Asimismo, las toneladas de cáscara de arroz que se desechan pueden ser una fuente importante de energía para los mismos molinos bajo un enfoque de economía circular.







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