De la mano de Repsol, el programa Impulsared surge como una iniciativa clave para impulsar la transformación social y el desarrollo socioeconómico en Ventanilla, Santa Rosa, Ancón, Aucallama y Chancay. Con el objetivo de fomentar la creación y formalización de empresas sociales y sostenibles, se convirtió en un modelo de innovación que impacta directamente en las comunidades donde opera.
El proyecto de la compañía energética acompaña a los emprendedores en sectores como pesca, comercio, nutrición, economía circular o turismo sostenible. Ofrece capacitación técnica, formación empresarial, asistencia para la formalización, financiamiento no reembolsable (capital semilla) y un acompañamiento de 12 meses, asegurando de esta manera que las nuevas empresas cuenten con las herramientas necesarias para lograr sus objetivos.
“Impulsared apuesta por el poder transformador de la formación para generar cambios positivos en las comunidades. Después de desarrollar un plan de negocios con el apoyo de nuestros especialistas, los emprendedores reciben un capital semilla no retornable, garantizando un inicio con bases sólidas”, destacó Tine van den Wall Bake, gerente sénior de Sostenibilidad y Gestión Social de Repsol.
Éxito y alcance del programa
Con una inversión inicial de S/ 15 millones, Impulsared logró la creación de 32 empresas sostenibles, acercándose a su meta propuesta para mayo 2025 de 45 empresas, beneficiando a más de 9.500 personas. Una de sus prioridades es el empoderamiento femenino, por lo que se asegura al menos el 70% de los beneficiarios sean mujeres. Esta apuesta por la inclusión y la equidad de género es uno de los pilares que define la iniciativa.
El enfoque de bienestar social y nutrición también ha sido innovador. A través del trabajo con comedores populares y ollas comunes, se busca fortalecer conocimientos sobre alimentación saludable y segura. Además, tres ollas comunes dieron un paso más allá y crearon sus propios negocios: Sabrozón Norteño, Pachacútec-Sabores Regionales y Churanakura Warmi. Los dos últimos forman parte del programa Fuertes Como el Hierro, desarrollado en alianza con el Banco de Alimentos Perú.
Entre las empresas generadas destacan iniciativas que combinan creatividad, sostenibilidad y tradición. Kallpa Clothing y Confecciones Mari’s apuestan por la economía circular al fabricar productos a partir de prendas en desuso. Suyay Lácteos, formado por ganaderos de Chancay, resurgió tras una estafa que afectó a la comunidad, consolidándose como un negocio de productos derivados de la leche. Sumac Maki, en Santa Rosa, crea textiles de lana de alpaca con diseños inspirados en la cultura peruana, mientras que Churanakura Warmi, integrado por 10 mujeres emprendedoras de Ventanilla, se especializa en la confección de pijamas.
Educación e inclusión financiera: pilares para la sostenibilidad
Impulsared ofrece formación empresarial que permite a los emprendedores fortalecer sus capacidades en gestión financiera, marketing digital y planificación de negocios. Hasta la fecha, más de 280 personas de Ventanilla, Ancón, Santa Rosa, Aucallama y Chancay han completado estos cursos, lo que ha sido clave para garantizar la sostenibilidad de sus emprendimientos.
Además, el programa colabora con la Universidad de Ciencias y Artes de América Latina y la Universidad Científica del Sur para brindar capacitaciones acreditadas de 30 horas en temas como técnicas de ventas y expansión de negocios, beneficiando a más de 200 emprendedores. En línea con su compromiso de empoderar a las mujeres, Impulsared ofrece capacitación en educación financiera, promoviendo una cultura de ahorro y mejorando la gestión de los recursos económicos. Hasta ahora, 112 personas de Ventanilla y Ancón, en su mayoría mujeres, han participado en capacitaciones que abarcan economía social y estructuras organizativas para cajas de ahorro. La meta es ampliar esta iniciativa a 15 grupos para marzo de 2025.
Un caso emblemático es la Cajita Mujeres al Éxito, formada por emprendedoras de una olla común en Ventanilla. Este grupo ha logrado multiplicar sus ahorros por 30, utilizando microcréditos para invertir en emprendimientos que benefician tanto a las socias como a sus familias. Este ejemplo demuestra el impacto directo que el programa puede tener en el bienestar económico y social de las comunidades.
“Nos enorgullece ver cómo mujeres de ollas comunes y comedores populares lideran iniciativas como la Cajita Mujeres al Éxito, un proyecto que ha logrado multiplicar sus ahorros y mejorar la calidad de vida de sus familias. Es el tipo de empoderamiento que guía todas nuestras acciones”, agregó Tine van den Wall Bake.
Impulsared transforma las vidas de las comunidades que apoya y también establece un modelo replicable de sostenibilidad e inclusión financiera en el país. Con una inversión sostenida y un enfoque integral, el programa no sólo crea empresas, sino que fortalece economías locales, fomenta la equidad de género y promueve la autonomía financiera. Es el impacto que Repsol busca extender a lo largo de las comunidades donde opera, reafirmando su compromiso con un desarrollo sostenible y equitativo.