Grupo AJE: 36 años de crecimiento y compromiso sostenible

¿Qué tan valiosa es una estrategia de sostenibilidad para el éxito de una empresa del sector de bebidas como Grupo AJE?

La estrategia de sostenibilidad es un pilar clave dentro de las prioridades estratégicas del negocio de Grupo AJE, que es transversal a todas las áreas y forma parte de nuestro ADN. Contribuir a la protección del medio ambiente, de las comunidades y los íconos culturales de la sociedad, sumados a los objetivos de descarbonización, circularidad y reciclaje, impactan directamente en la forma de hacer negocios, en la relación con las comunidades donde operamos e influyen en la percepción de los usuarios, transmitiendo confianza, seguridad y generando un mayor valor.

Siendo una multinacional, ¿hay desafíos en particular para Grupo AJE con el fin de mantenerse vigente también en el mercado global?

Siendo Grupo AJE una compañía global, con presencia en más de 20 países, uno de nuestros objetivos no solo es implementar nuestra estrategia de sostenibilidad, sino convertirnos en un referente de la industria. Así, hemos desarrollado una estrategia de sostenibilidad que puede ser aplicada de forma exitosa en cada país en el que operamos; para esto disponemos de indicadores claros que nos permiten medir nuestros avances en términos de preservación de biodiversidad, disminución de huella de carbono, desarrollo de portafolio con impacto positivo, entre otros.

¿Qué iniciativas resaltan en sostenibilidad que hayan desarrollado en otros países?

Tenemos iniciativas increíbles. En Tailandia hemos desarrollado un modelo de cadenas de valor sostenible muy similar al de nuestra marca BIO Amayu. Allá nuestra bebida se llama AMAYU y está hecha a base de flor de coco, con diferentes sabores e ingredientes naturales, y sin preservantes, que es recolectada por comunidades indígenas de ese país.

Con este mismo enfoque y trabajando en alianzas, compramos acaí a comunidades amazónicas de Colombia, lo mismo hacemos con el guri en Ecuador (aguaje). De otro lado, estamos explorando proyectos en la Reserva Maya, en Centroamérica, para poder desarrollar productos en base a la “miel maya”, un producto muy reconocido por sus propiedades nutricionales, y que solo se encuentra ahí. La idea es poder desarrollar productos bajo este mismo modelo de negocio sostenible que preserva la biodiversidad.

«La estrategia de sostenibilidad es un pilar clave dentro de las prioridades estratégicas del negocio de grupo AJE».

¿Podría mencionar esos pilares de la estrategia de Grupo AJE que ha permitido que la compañía crezca?

Nuestra estrategia de sostenibilidad está basada en tres pilares: personas, medio ambiente y cadenas de valor. A partir de allí desarrollamos una serie de acciones e iniciativas que involucran a algunas de nuestras marcas más emblemáticas. De esta forma, potenciamos la conservación del medio ambiente y sus ecosistemas.

Por ejemplo, con nuestra línea de productos BIO Amayu, 100 % naturales, favorecemos a diversas comunidades del Amazonas, que son las encargadas de recolectar, de forma sostenible y respetando los ciclos de la naturaleza, superfrutos como el aguaje o el camu camu. Estos insumos son utilizados en la elaboración de estos juegos, integrándolos en nuestra cadena de valor.

Desde la compañía, ¿cómo han logrado pasar del discurso de sostenibilidad a ejecutar acciones concretas con un claro impacto positivo?

Es un tema de decisión y compromiso con lo que hacemos. Creo que el factor principal y una de las características que tenemos en Grupo AJE es que nuestros líderes están comprometidos con esta visión. Desde que nacimos como empresa fuimos muy activos alrededor de la sostenibilidad. Fue la familia Añaños la que incorporó e inculcó desde los inicios, en su natal San Miguel de la Mar, en Ayacucho, el respeto por los recursos naturales y ese vínculo especial con nuestra Pacha Mama o Madre Tierra.

Es una familia que en sus inicios vivió de la agricultura, entonces esa relación con la tierra es muy importante. El hecho de que ellos hayan sido los primeros en apostar por un modelo de negocio sostenible ha sido clave para el diseño de la estrategia de sostenibilidad del Grupo.

Han apostado por una Revolución Natural como parte de su estrategia. ¿A qué responde esta apuesta de Grupo AJE?

La Revolución Natural es un nuevo enfoque que difiere de la Revolución Industrial. Por 150 años hemos vivido bajo el modelo de la Revolución Industrial que transformó a las personas en consumidores. Como resultado, estamos camino a agotar los recursos de la Madre Tierra y esto nos ha llevado a la crisis planetaria en la que estamos ahora.

Con la Revolución Natural, ha nacido una nueva era, un nuevo usuario consciente de su bienestar y de su entorno, que se pregunta antes de consumir algo, si es bueno para mí, es bueno para la sociedad y es bueno para el medio ambiente. Como parte de esta nueva revolución, en Grupo AJE venimos creando cadenas de valor sostenibles a fin de empoderar a distintas comunidades y apoyar en la conservación de la biodiversidad, que es nuestra mayor ventaja competitiva como país.

¿Podría mencionar algunos de los proyectos que reflejan este esfuerzo en el país?

Uno de nuestros proyectos se llama “Superfrutos que conservan bosques”, un modelo que se ha convertido en un ejemplo a nivel mundial. A través de nuestra marca BIO Amayu, generamos cadenas de valor sostenible para especies como el aguaje, camu camu y acaí, los cuales son recolectados por comunidades amazónicas, quienes se comprometen a mantener el bosque en pie y reciben un pago justo por ello.

Gracias a esta cadena de valor, hemos logrado un impacto positivo en la naturaleza, poniendo en valor nuestra valiosa biodiversidad, y generando bienestar en más de 200 familias de 24 comunidades amazónicas. “Superfrutos que conservan bosques” comenzó en Perú y se ha extendido a Ecuador, Colombia y Tailandia, volviéndose un ejemplo escalable que podría replicarse en otros países biodiversos.

¿Cómo han medido el impacto que han tenido con sus acciones en sostenibilidad?

Como toda estrategia de negocio, la sostenibilidad requiere de indicadores de gestión o KPIs que permitan medir el impacto y proyectar mejoras en este camino. En ese sentido, resulta importante tomar en cuenta el factor de retorno de las inversiones, como un incentivo adicional al propósito de la empresa. Una de las formas de medirlo es a través del ROI (retorno de la inversión) generado por la cobertura en medios de comunicación de nuestras acciones de sostenibilidad, las alianzas con ONG globales, Gobiernos y otros stakeholders claves.

“Hemos podido trabajar y acercarnos a aliados estratégicos de lujo tanto de la sociedad civil como entidades gubernamentales, ong y gobiernos locales”.

¿Cuáles han sido los resultados al respecto para el Grupo AJE al decidir invertir en el marco de su estrategia de sostenibilidad?

Para Grupo AJE, este KPI nos genera un retorno importante, de alrededor de US$10 millones anuales en free press, a nivel global, produciendo un impacto positivo en el valor de la marca corporativa. Esto es lo que llamamos Sostenibilidad que es “autosostenible”. Producto de todo el trabajo colaborativo, que trasciende a toda nuestra operación, hemos podido recuperar hasta seis veces nuestra inversión en sostenibilidad, un resultado que nos inspira a seguir trabajando en favor de la sociedad y de las comunidades.

En el mediano o largo plazo, ¿qué retos o desafíos enfrenta Grupo AJE para seguir siendo una empresa con este tipo de gestión sostenible?

Expandir y mantener los pilares de la estrategia de sostenibilidad en todas nuestras operaciones es el reto principal. En muchos países debemos enfrentarnos a contextos socio económicos diversos que sumados a las crisis internacionales de precios de materias primas y el incremento de costos logísticos pueden llevar a priorizar las eficiencias en gastos y costos, pero la visión estratégica que ha adoptado el Grupo desde el top de la organización, posibilitará el desarrollo de la gestión sostenible.

Hay una agenda sostenible vigente al 2030. ¿Qué rol tiene Grupo AJE en este marco para coadyuvar a los ODS?

Si bien nuestra contribución está en 9 ODS, buscamos liderar en 4 de las 17 que existen. Por ejemplo, respecto al ODS 17, que propone las alianzas para lograr objetivos, hemos podido trabajar y acercarnos a aliados estratégicos de lujo tanto de la sociedad civil como entidades gubernamentales, ONG y gobierno locales. Trabajar en alianzas, de manera colaborativa, es la mejor forma de sacar adelante estas iniciativas.

Para el caso del ODS 15 (Vida de ecosistemas terrestres) tenemos el proyecto AMARUMAYU, que nos permite desarrollar productos que contribuyan a preservar los ecosistemas y la biodiversidad, de la mano de diferentes comunidades amazónicas, es decir, productos con cadenas de valor sostenible. Además, nos hemos puesto el objetivo de proteger a los árboles Shihuahuacos en Madre de Dios, una especie en peligro de extinción, hábitat de guacamayos y águilas arpías.

¿Han considerado en el marco de los ODS conservar y proteger espacios de gran valor ancestral?

En colaboración con UNESCO, el Ministerio de Cultura y la Asociación María Reiche, protegemos las Líneas de Nasca y preservamos los acueductos de Cantalloc, obra de ingeniería hidráulica desarrollada por la Cultura Nasca. Para nosotros fue muy importante sumarnos a esta iniciativa. Como fabricante de bebidas, debemos preservar el agua (ODS 6). Estamos obligados a conservar este valioso recurso.

Junto a ello lideramos una iniciativa, que es uno de nuestros Pilares de Sostenibilidad, llamada Ciudades Sostenibles (ODS 11). Bajo este pilar contribuimos a preservar la cultura de los países en donde operamos y rescatar esa sabiduría ancestral que nos permitió desarrollar las civilizaciones. Actualmente, somos aliados de la protección de Machu Picchu, logrando que nuestra maravilla del mundo sea la primera en recibir un certificado de carbono neutral.

¿A qué espacios fuera del país han contribuido a su protección?

Fuera del Perú, estamos protegiendo los siguientes patrimonios históricos y naturales: Islas Galápagos (Ecuador), Parque Nacional de Tikal (Guatemala), Parque Ayutthaya (Tailandia), Parque Arqueológico del Templo de Borobudur (Indonesia) y Santuario de Angkor (Camboya). En todos ellos tenemos como foco poner en valor la cultura y la biodiversidad, pero de la mano con aliados clave.

«Seguiremos trabajando con base en la filosofía que nos inculcaron nuestros fundadores: soñar en grande para lograr todos los objetivos».

¿Cómo han sumado a proveedores y socios comerciales al compromiso con la sostenibilidad desde la compañía?

Todo se basa principalmente en la confianza y la colaboración. Ha sido un proceso de aprendizaje permanente el poder integrar a los proveedores, socios y aliados en nuestra cadena de valor. Uno de nuestros principales aliados y socios son las comunidades amazónicas, que son los verdaderos protectores de nuestra biodiversidad. Gracias a ellos podemos poner en valor los superfrutos amazónicos y mantener el bosque en pie gracias a una cosecha sostenible.

Tenemos que dejar de pensar en competir. Eso significa que tenemos que colaborar entre todos. Si queremos sacar adelante este país, debemos pensar en trabajo en equipo, involucrando al sector público, privado, la academia, socios, proveedores y la comunidad. Eso es lo que estamos haciendo desde Grupo AJE.

Han apostado también por el mecanismo de Obras por Impuestos. ¿Qué expectativas tiene Grupo AJE en relación?

Con esta modalidad, ya tenemos una primera experiencia exitosa en Ayacucho, la tierra que nos vio nacer hace más de 35 años. Allí, en alianza con la Municipalidad de Huamanga, Transportadora de Gas del Perú y la gestión del Patronato Pikimachay, hemos logrado restaurar y poner en valor la Alameda de la Independencia, un monumento emblemático, considerado un símbolo de patriotismo y libertad.

Gracias a estos trabajos, la Alameda vuelve a lucir todo su esplendor. Estamos muy orgullosos de devolverle a los ayacuchanos este hermoso espacio que ayudará a fomentar el turismo en la zona. Además, el monumento está completamente listo para conmemorar el Bicentenario de la Batalla de Ayacucho. Para nosotros es muy importante seguir trabajando en este tipo de iniciativas, que generan crecimiento y desarrollo, y ponen en valor patrimonios culturales con un gran significado para la comunidad.

¿Qué mensaje final tiene para sus clientes o grupos de interés en cuanto al compromiso que asume Grupo AJE con la generación de progreso?

Seguiremos trabajando en base a la filosofía que nos inculcaron nuestros fundadores: soñar en grande para lograr todos los objetivos. Vamos a seguir innovando en nuevos productos y nuevas oportunidades, defendiendo nuestro compromiso de “democratizar el consumo” y liderando la Revolución Natural, que nos permitirá seguir protegiendo la biodiversidad y fomentar el crecimiento de las comunidades que forman parte de nuestra cadena de valor.

¿También seguirán impulsando a más empresas a apostar por esta Revolución Natural?

Queremos sumar a muchas más empresas a este nuevo movimiento en favor del desarrollo sostenible. Como país, podríamos aprovechar nuestra principal diferencia competitiva: la biodiversidad que tenemos. Debemos darle un mayor valor a esa riqueza y contribuir con ello al crecimiento de nuestras regiones. Más del 50 % del territorio peruano es amazónico; ahí hay una gran oportunidad para generar bionegocios ligados a las comunidades amazónicas, pues son un motor de desarrollo y permiten proteger nuestros ecosistemas.