Elías Galdós, jefe de sostenibilidad de Fenix, se refiere al compromiso de la compañía con el desarrollo sostenible del país. También destaca el objetivo en torno a reducir su huella de residuos en un 50 % al 2030, además de incrementar la participación de personal femenino en áreas masculinizadas de la empresa.

Por Stakeholders

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En un balance, ¿cuál es el rol de la empresa privada, más allá de ser un agente económico, frente a los desafíos del país hacia la sostenibilidad?

Además de ser un buen agente económico, la empresa privada cumple un rol importante en la promoción del desarrollo sostenible en el país. Funcionamos como una especie de catalizador al promover que los beneficios económicos de nuestra actividad impacten a nuestros públicos de interés directos como colaboradores, clientes, proveedores y comunidades. También al innovar en procesos y tecnología más sostenible con el ambiente, así como al asegurar una gobernanza ética transversal a toda la empresa.

¿Cómo se inserta el modelo de negocio de su compañía ante estos desafíos en el Perú?

Partiendo desde nuestro propósito de transformar la energía, en equilibrio con el planeta, para impulsar los proyectos y sueños de la gente y de nuestros clientes. Este propósito nos alinea y recuerda que el fin de nuestro negocio es generar energía para el desarrollo de las industrias y del país, pero siempre desde un enfoque sostenible. Es por ello que nuestra actual estrategia de negocio está centrada en lograr una matriz energética mixta con crecimiento en energías renovables que impulse la transición energética del país responsable y resiliente.

¿Qué resultados destacan desde la compañía, a través de sus diversas iniciativas, en lo que respecta a la sostenibilidad ambiental?

A nivel ambiental, tenemos el compromiso de gestionar nuestra huella de carbono con proyectos de reducción y crecimiento en renovables. A inicios de este año, inauguramos gratamente la primera planta de hidrógeno verde en el sector minero-energético; la cual permite enfriar nuestros generadores evitando emisiones. Igual de importante es reducir nuestra huella de residuos en un 50 % al 2030, así como mantener nuestra huella hídrica directa de 0m3 agua dulce/MWh.

¿Cómo han logrado este hito en cuanto a su huella hídrica?

Este último objetivo lo venimos logrando con el uso de fuentes alternativas de agua como el agua de mar y el agua de la humedad del ambiente para nuestro proceso productivo, y buscando ser Net Positive en agua, potabilizamos agua de mar para consumo de nuestra comunidad vecina. Hoy, más de 8000 vecinos de Chilca pueden acceder a agua potable producida con agua de mar, gracias a nuestro compromiso socio ambiental.

“Tenemos el compromiso de gestionar nuestra huella de carbono con proyectos de reducción y crecimiento en renovables”.

En el ámbito social, ¿qué objetivos se han propuesto ante sus grupos de interés?

A nivel social, contamos con metas de gestión de grupos de interés como los NPS de clientes, proveedores y comunidades. Estas metas nos impulsan a trabajar nuestra estrategia de cultura de cliente al centro en toda la compañía, un enfoque de abastecimiento responsable y de valor compartido con nuestros proveedores, así como una gestión social de excelencia, buscando el desarrollo de capacidades en las comunidades donde operamos.

Dentro de las metas sociales, también estamos comprometidos en contribuir al cierre de brechas de género en nuestro sector. En Fenix nos planteamos el objetivo corporativo de incrementar el porcentaje de dotación de personal femenino en la compañía, con foco en áreas masculinizadas.

En su consideración, ¿qué importante es la articulación intersectorial (con el Estado, por ejemplo) para que los impactos en beneficio de los peruanos y peruanas sea mayor?

Indispensable. El impacto económico, social y ambiental podría maximizarse con una mayor articulación con y entre instituciones del Estado. Para no ir tan lejos, en nuestro caso, el impacto de nuestro programa de entrega de agua potable gratuita a nuestra comunidad vecina podría ser aún mayor, beneficiando a más personas, si hubiera una mayor coordinación entre las instituciones relacionadas y una mayor inversión en infraestructura de distribución. O en el reciente caso de la planta de hidrógeno verde, vemos que la regulación en esa materia tiene una cinética que no acompaña a los administrados que quisieran rápidamente implementar pilotos.

Para finalizar, ¿qué mensaje tienen para sus stakeholders en la búsqueda de reafirmar su compromiso con el desarrollo sostenible del Perú?

Nos gustaría que siempre recuerden que en Fenix pueden contar con un aliado comprometido con la transición y seguridad energética del país, así como con el desarrollo de una operación sostenible con el ambiente y responsable con cada uno de nuestros públicos. Que tenemos las puertas abiertas para compartir los logros y aprendizajes; por ejemplo, hace poco tuvimos la visita de un proveedor nuestro que está embarcado en implementar hidrógeno verde y pudo visitar nuestras instalaciones y nutrirse de nuestra experiencia. Eso buscamos cuando hablamos de ser catalizadores del desarrollo sostenible.







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