Hace 35 años, una familia ayacuchana soñaba en grande. Era 1988. El Perú vivía convulsionado por la crisis económica y la violencia terrorista. En medio de esa incertidumbre, Eduardo y Mirtha Añaños, junto a sus seis hijos, echaron mano de su ingenio y se atrevieron a emprender, sentando los cimientos de lo que hoy es el Grupo AJE, la cuarta compañía de bebidas no alcohólicas más grande del mundo, presente en cuatro continentes.
“Nadie podía imaginar en los años 80 que un emprendimiento peruano podría convertirse en una de las principales empresas de bebidas del mundo. Sin embargo, una familia de agricultores lo hizo posible en base al ingenio y el trabajo colaborativo. Debido a la difícil coyuntura, la familia tuvo que dejar su natal San Miguel, en la provincia de La Mar, y mudarse a Huamanga. Al ver que la demanda local de gaseosas no estaba cubierta, los Añaños deciden elaborar gaseosas y distribuirlas localmente. Con esa visión nació el grupo: soñar en grande y emprender donde los demás veían un riesgo”, explica Augusto Bauer, CEO adjunto del Grupo AJE.
El sueño de los Añaños se inicia un 23 de junio de 1988. Se mudaron a Huamanga, capital de Ayacucho, y en el patio de su casa instalaron las primeras máquinas que adquirieron con mucho esfuerzo, y con las que fabricarían su primer producto: Kola Real. Así, desde el inicio toda la familia estuvo involucrada en el proceso productivo, y ellos mismos se encargaban del embotellamiento, etiquetado y distribución.
Gracias a su visión de pensar en grande y a su conocida estrategia de “precio justo”, lograron crecer y hacerse un lugar en el mercado. En 1991 comenzó la expansión a provincias como Huancayo, Bagua y Sullana, donde pusieron fábricas. Y en 1997 llegó la conquista de la capital con el lanzamiento de Kola Real en Lima, un hecho que revolucionó el mercado de bebidas gaseosas a nivel nacional.
En 1999 comenzó la ruta de la internacionalización. Primero fue el mercado venezolano. Le siguieron Ecuador, México y Centroamérica.Hoy el Grupo AJE está presente en 21 países, siendo Camerún el ingreso más reciente. Es considerada una de las multinacionales latinas más importantes y una de las mayores marcas de bebidas no alcohólicas en el mundo, con más de ocho categorías, donde destacan marcas emblemáticas como Cielo, BIO Amayu, Big Cola, Volt, Cifrut, Free Tea, Sporade, entre otros.
Asimismo, bebidas como Amayu ya se venden con éxito en Estados Unidos y España y se proyecta que sea exportable a toda Europa, gracias a los beneficios que otorgan los superfrutos amazónicos. “Si hay una clave del éxito para el Grupo AJE es nuestra promesa de ofrecer productos de excelente calidad, a precios accesibles. Esa siempre ha sido nuestra propuesta de valor. También lo ha sido mantener la cultura y valores que fueron inculcados por nuestros fundadores. Esos valores de emprendimiento, de pasión por lo que hacemos; de audacia para transformar lo convencional y para pensar en grande, viendo siempre oportunidades en medio de la adversidad”, manifiesta Augusto Bauer, el CEO adjunto de AJE.
Como parte de su estrategia de sostenibilidad, el grupo lidera desde el 2019 el proyecto “Superfrutos que conservan el bosque”, que pone en valor a los bosques amazónicos y beneficia a las comunidades que viven allí. Gracias a este proyecto, Grupo AJE ha beneficiado a más de 200 familias, adquiriendo más de 800 mil kilos de superfrutos amazónicos y preservando más de 112 mil hectáreas de bosques en cuatro áreas naturales protegidas.
Asimismo, a través de su estrategia Ciudades Sostenibles, la compañía ha logrado que nuestra maravilla del mundo, Machu Picchu, sea el primer destino turístico del mundo en recibir un certificado carbono neutral. Junto a ello, el Grupo AJE protege diversos patrimonios históricos del mundo, entre ellos el Templo de Borobudur en Indonesia, Angkor en Camboya y el Parque Histórico de Ayutthaya en Tailandia.
Han pasado 35 años y en AJE se sigue soñando en grande, manteniendo firme su misión de crear oportunidades para generar de manera sostenible salud y bienestar.