Ciencia, innovación y tecnología
“Islas de energía”: cómo Dinamarca busca producir electricidad para Europa y no depender del gas ruso
En las aguas del mar del Norte, Dinamarca busca una alternativa para dejar de depender del gas procedente de Rusia. Se trata del proyecto de construcción más grande en la historia danesa, con un costo estimado en 34.000 millones de dólares.
Las llamadas “islas de energía”, con las cuales el gobierno del país escandinavo busca acelerar la construcción de un proyecto energético sin precedentes, son unas mega construcciones formadas por conjuntos de turbinas eólicas que se colocarán en una especie de islas artificiales.
Según expertos, permitirán a Dinamarca generar mucha más energía que la que producen otros parques eólicos en el mundo.
Para el ministro de Clima, Energía y Servicios Públicos, Dan Jørgensen, las islas energéticas son un “camino verde” para dejar de financiar con dinero europeo la guerra de Putin, dado que, en su criterio, el Mar del Norte tiene un potencial de energía eólica suficiente para cubrir las necesidades energéticas de millones de hogares europeos.
“Este gran potencial eólico marino debe aprovecharse y, por lo tanto, el gobierno danés comienza los preparativos para crear islas de energía adicionales junto con las ya planificadas”, ha dicho Jørgensen.
Casi el 49 % de la energía total que produce Dinamarca proviene de fuentes eólicas, de acuerdo con un informe de la BBC Mundo. Además, la nación tiene una larga historia de aprovechamiento de los fuertes vientos del mar para producir electricidad.
De hecho, fue el primer país del mundo en construir un parque eólico marino en 1991. Más de 400 islas naturales son parte de Dinamarca, incluida Groenlandia; sin embargo, ahora desea sumar otras artificiales con fines energéticos.
La construcción de las primeras “islas de energía” fueron anunciadas a mediados de 2020. Según el plan, la primera parte del proyecto consiste en el establecimiento de una isla artificial en el mar del Norte que servirá como centro para parques eólicos marinos que suministren 3 GW de energía, con un potencial de expansión a largo plazo de 10 GW.
La otra, más pequeña, se colocará en el mar Báltico, en la isla de Bornholm, y se espera que produzcan 2 GW de energía. Para que se tenga una idea, para producir 1 GW se necesitan aproximadamente 3.125 millones de paneles fotovoltaicos en la actualidad y es la cantidad de energía que consumiría 110 millones de bombillos LED, según datos del Departamento de Energía de EE.UU.
Las dos islas energéticas se basan en el mismo concepto, pero no serán idénticas. La del mar Báltico se establecerá en una isla ya existente, lo que implica que estará ubicada en tierra. La del mar del Norte, en cambio, sí será construida en una isla artificial, que se planea que, originalmente, tendrá el tamaño de 18 campos de fútbol (120.000 m2), pero se proyecta que sea tres veces más grande.