Roland Valencia Manchego, director de la Dirección de Administración de Recursos Hídricos de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), detalla que se viene promoviendo también la participación de la micro y pequeña empresa en el país para lograr un uso eficiente de los recursos hídricos dentro del marco del Programa Huella Hídrica.

Por Renzo Rojas

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A lo largo del tiempo, ¿qué papel tiene el Certificado Azul dentro del Programa Huella Hídrica?

En el año 2015, se implementó el Programa Huella Hídrica, promoviendo la medición voluntaria de la huella hídrica, el cual es un indicador que permite conocer y analizar los consumos de agua en un proceso productivo o de operación, permitiendo tomar decisiones en la implementación de acciones para hacer un uso eficiente del recurso agua. Estas acciones desarrolladas son reconocidas a través del otorgamiento del Certificado Azul.

¿Qué ha motivado a continuar impulsando la participación de las empresas dentro del programa?

Nos ha incentivado promover un uso eficiente de los recursos hídricos. Queremos que cada vez más se utilicen de mejor manera estos. Tenemos que ser más eficientes con recursos tan importantes, sobre todo por su vulnerabilidad.

Con el transcurrir de los años, la participación de los diferentes sectores productivos, demuestran que es posible desarrollar acciones en el interior de su organización y hacia afuera, en beneficio de la propia organización y de la población del entorno a las operaciones.

¿Qué sectores se han ido sumando a lo largo de estas 10 ediciones en el marco del programa?

El número de empresas se ha ido incrementando en todos los sectores productivos. El programa se inicia con los sectores energía, industria (manufactura), minería y agrícola. A esto se ha ido sumando el sector servicios, industria de alimentos, industria textil, hidrocarburos, comercio, educación.

Hemos logrado el interés desde los diferentes sectores. En el último año, la industria textil es uno de los nuevos sectores que demuestra esto. También está promoviéndose poco a poco la participación de la micro y pequeña empresa.

¿Qué beneficios han podido obtener las empresas al participar activamente en la reducción de su huella hídrica?

El proceso de implementación del análisis de la huella hídrica, luego el de reducir este indicador a través de acciones de reducción de los consumos de agua u optimización de su uso, o la mejora de la calidad de agua, les ha permitido evidenciar los beneficios en la disminución de los costos operativos, fortalecer el planeamiento de mejoras, la innovación continua, y la gestión de riesgos, promoviendo una participación continua porque conlleva a observar internamente los beneficios de su aplicación.

¿Qué acciones en concreto resaltan de las empresas para reducir su consumo de agua?

Hay diferentes tipos de proyectos implementados, cada sector productivo ha promovido la innovación desde diferentes ángulos de sus procesos, tanto en el uso directo como indirecto.

Como proyectos de reducción de huella hídrica, destacan la implementación de plantas de tratamiento de aguas y el reúso, la implementación de tecnologías innovadoras, o la generación de tecnologías.

«El desarrollo de acciones de valor compartido permite un acercamiento con las comunidades, usuarios, y población del entorno a las operaciones de la empresa».

¿Y en relación al valor compartido con sus grupos de interés como las comunidades?

Como valor compartido, construcción de infraestructura de riego (microreservorios, compuertas, puentes), reparación y mantenimiento de infraestructura hidráulica (revestimiento de canales), implementación de riego tecnificado, siembra de agua y capacitación.

Hay un apoyo que se brinda a las comunidades en la construcción de infraestructuras. Ha sido también un paso importante, por ejemplo, la promoción del riego tecnificado. Están cambiando el riego tradicional (por gravedad) a uno por goteo o aspersión con las comunidades beneficiarias.

El valor compartido es crucial en el tema. ¿Cuál es el potencial que reconocen de las empresas para contribuir con las comunidades o la crisis hídrica?

El desarrollo de acciones de valor compartido permite un acercamiento con las comunidades, usuarios, y población del entorno a las operaciones de la empresa, en donde con la adecuada articulación pueden cubrir necesidades prioritarias, generando un impacto social positivo. Es una colaboración que crea un valor mutuo.

Vemos con bastante beneficio el que estas empresas aporten y mejoren las condiciones para el uso del agua. Consideramos que aquellas que vienen trabajando en su huella hídrica son aquellas que tienen responsabilidad con las comunidades y, sobre todo, están promoviendo este uso eficiente del recurso.

¿Están proyectando algunos cambios para promover aún más la participación de las empresas?

Durante estos años de implementación, y en respuesta a la participación de los diferentes sectores productivos, grandes, medianas y pequeñas empresas, se están proyectando algunas mejoras, como es el análisis de incentivos, con la articulación de otras entidades, o en la propia entidad, e incidir en la sensibilización y extensión a través de los diferentes gremios empresariales. Por otro lado, también como ANA, nos proyectamos a fortalecernos para atender esta demanda de participación.

¿Se busca también que haya un reconocimiento por parte de los consumidores?

La finalidad es que no solo se otorgue un certificado, sino que más adelante sirva para obtener algún beneficio. Puedan recibir un incentivo por parte del Gobierno para la mejora de infraestructura u otros beneficios adicionales. Además, que tengan el reconocimiento no solo de la ANA, sino que trascienda y sea también por parte de toda la sociedad peruana.

Por ejemplo, en Europa, las empresas que usan eficientemente el agua tienen un sello, es así que los consumidores prefieren sus productos. Considero que vamos a llegar en algún momento a este tipo de incentivo.

En la región, ¿en qué lugar se encuentra Perú en la promoción de esta gestión sostenible de recursos hídricos?

En Sudamérica, considero que estamos de cierta manera liderando el tema. Sabemos de países como Uruguay que han tomado como ejemplo el Programa Huella Hídrica y lo están implementando. Tuvimos una reunión con profesionales destacados de ese país, y recalcaron justamente lo anterior. Si bien tuvimos un pequeño bache en la época de pandemia, estamos retomando el avance con más fuerza para sacar adelante este programa.







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