Además, son solo cuatro las compañías responsables directas o indirectas del 25% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero, 24 del 50% y 100 del 71%, señalan los estudios.

Por Stakeholders

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De acuerdo con diversos estudios, sólo 11 empresas de entre las 100 más valiosas del mundo figuran entre las cien más sostenibles (Apple, Alphabet, ASM International, Astra Zeneca, Cisco, Danaher, Merck, Pfizer, SAP, Tesla y Unilever), y únicamente 3 de ellas (Apple, Alphabet y Tesla) tienen relevancia entre las 20 primeras.

Por otro lado, son solo cuatro las compañías responsables directas o indirectas del 25% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero, 24 del 50% y 100 del 71% (según los últimos datos, de 2017); siete de ellas están entre las 100 empresas más valiosas.

El informe señala que ser sostenible es algo beneficioso para las empresas, ya que utilizan menos recursos y en algunas ocasiones son más económicos para generar sus productos o servicios; además pagan menos impuestos y están sometidas a menos regulaciones; es por ello, que cada vez más clientes buscan productos generados por empresas sostenibles. “El tamaño no importa para aprovechar estas oportunidades, sino la formación, el talento y el talante de las personas que forman parte de las empresas”, explica Javier San Martín, profesor de OBS Business School.

En ese sentido, diversas encuestas muestran resultados alarmantes, ya que más del 50% de las empresas encuestadas no conocen los ODS ni saben en qué consiste la Agenda 2030; además,solo un 20% establecen objetivos cuantificables sobre los ODS en sus planes corporativos en 2022.

Las grandes compañías a nivel mundial que sí están mentalizadas prestan atención específicamente a los ODS 8, 9 y 13. Para lograr mejores condiciones laborales su clave es el aumento de productividad que ya se está consiguiendo en los países más desarrollados.

El segundo de los ODS concierne a la industria, que ya camina hacia la desglobalización en algunos sectores, lo que implica importantes transformaciones en los próximos años. El tercero y último está relacionado con  el clima y es el ODS sobre el que más se habla porque, ya que los nuevos compromisos regulatorios en vez de mejorar incrementan más las emisiones que influyen en el cambio climático.

Actualmente, en los países latinoamericanos, por ejemplo, se ven índices muy bajos de empresas certificadas como Empresa B o B Corp (que cumplen los más altos estándares en sostenibilidad, impacto social, medio ambiente, transparencia y legalidad). Por ejemplo, en Ecuador, de 849 mil empresas, solo 78 aparecen certificadas y en Colombia un 1,2% de más de 1.6 millones de empresas.

Metas aproximadas

Se presume que la Agenda para el año 2030, que firmaron 193 países en 2015, quizás fue el mayor plan común de la humanidad hasta la fecha y permitió fijar 17 objetivos de desarrollo sostenible y 169 metas. Siendo el resultado de mucho trabajo que ha tenido que soportar múltiples ataques por diversas razones: no haber tenido en cuenta objetivos tan importantes como los culturales, no haber fijado reglas de financiación y de cumplimiento obligatorio, haber priorizado los objetivos económicos sobre los medioambientales, no haber dado la suficiente importancia a la igualdad de género, inmiscuirse en la soberanía de los países o no hacerlo, ser poco beligerante con el cambio climático o ser una Agenda globalista dispuesta a arruinar a colectivos con el fin de cumplir sus objetivos. 

Sostenibilidad a nivel mundial

Un informe de OBS señala que las últimas tendencias a principios de este año sobre el del Pacto Mundial son: la aceleración de la transformación digital, asegurar la sostenibilidad en la cadena de suministro, las finanzas sostenibles, aumentar la transparencia empresarial, la acción climática y la sostenibilidad empresarial como una oportunidad de negocio. 

Respecto a la transformación digital, el informe de OBS menciona que, aunque es algo que en sus primeras etapas suele originar más problemas que beneficios porque estresa a la organización, cuando se logran niveles más altos de digitalización un mundo de oportunidades se abre. Se optimizan recursos y se mejora la calidad del trabajo y la productividad.

Por otro lado, es importante contar con cadenas de suministro menos globalizadas, más resilientes y digitalizadas debe ser una prioridad generalizada para todas las compañías que comercialicen productos. La gestión de riesgos y el análisis permanente de alternativas y mejoras en el aprovisionamiento también será una tendencia clara. 







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