El cambio climático agrava la malnutrición, aumenta la transmisión de enfermedades como la malaria y genera desplazamientos forzados a gran escala en África. Más de 250 publicaciones médicas, 50 de ellas africanas, han instado a los países ricos a financiar con más recursos la respuesta a este problema en la región.
“La crisis climática es producto de la inacción global”, dicen en una editorial conjunta publicada en revistas científicas como The Lancet, y exigen medidas, aunque solo sea para evitar que, “tarde o temprano, las crisis en África alcancen todos los rincones del globo”.
El manifiesto llega a dos semanas de la cumbre climática de la ONU (COP27) en Egipto. El continente es responsable de un 3% de los gases de efecto invernadero emitidos desde la revolución industrial, pero es uno de los más afectados por el calentamiento global.
Según el texto, las sequías en África subsahariana se han multiplicado por tres en las últimas cuatro décadas, y el aumento del nivel del mar está reduciendo la calidad del agua dulce y aumentando las diarreas, que son la principal causa de mortalidad en el continente.
Al mismo tiempo, las inundaciones y la falta de higiene están incrementando los casos de enfermedades como el dengue, la malaria y el ébola, y las catástrofes naturales están dañando las provisiones de agua y de alimentos.
El cambio climático aumenta la intensidad y la frecuencia de las inundaciones, ciclones y sequías, lo cual dificulta el acceso al agua potable y «crea un entorno ideal para el desarrollo del cólera», alerta la OMS.
La organización ha observado un «recrudecimiento preocupante» de las epidemias de cólera en 2022, tras años de haberse reducido. La OMS no publica cifras sobre los decesos, por falta de estadísticas fiables en los países afectados. Pero un estudio estadounidense de 2015 evaluó entre 21.000 y 143.000 el número de fallecidos por el cólera cada año.
La editorial, coordinada por la coalición de instituciones de salud UK Health Alliance on Climate Change, urge a los países de altos ingresos a destinar más dinero a la respuesta climática en África.
Asimismo, insta a cumplir el compromiso adquirido en 2009 de financiar con 100.000 millones de dólares anuales (unos 101.592 millones de euros) la acción climática en países en vías de desarrollo.
La COP26 acordó duplicar los fondos destinados a adaptación hasta los 40.000 millones de dólares para 2025. Sin embargo, la vicesecretaria general de la ONU, Amina Mohammed, señaló este octubre que dicho importe es “solo una fracción de los 300.000 millones de dólares anuales que los países en vías de desarrollo necesitan hasta 2030 para adaptarse al cambio climático”.