La inseguridad alimentaria en el Perú afectaría este año a 1, 1 millones de personas adicionales y pasaría de 15,5 millones en el 2021 a 16,6 millones en el 2022. Es decir, perjudicaría a más de la mitad de peruanos (50,5%), según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La nueva previsión representa un incremento interanual de 7,1%, la variación más alta de la que se tiene registro para nuestro país desde que se emite cada año el informe sobre el estado de la inseguridad alimentaria en el mundo (SOFI por sus siglas en inglés), de acuerdo con Enrique Román, representante asistente de la FAO en el Perú.
El portavoz de la entidad adscrita a la ONU dijo a La República que el resultado de este año está impulsado por elementos derivados de la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania, que trajo como consecuencia el alza en los precio de los fertilizantes y el repunte de los combustibles.
Román explicó que los factores citados llevan a las familias a perder sus fuentes de ingreso y a migrar “a fuentes inferiores de las que tenían”. De acuerdo con su análisis, ello sacrifica la calidad y cantidad de la canasta alimentaria.
No obstante, destaca que la crisis es un fenómeno global y “ningún país está en la capacidad de manejar todos los factores” que la ocasionan.
El representante de la FAO sostuvo que el Gobierno peruano ha tenido una respuesta oportuna frente a la crisis, principalmente a través de los programas sociales “que han permitido a las personas acceder a medios y alimentos”.
La FAO estima que, en 2020, 6,8 millones de peruanos, el 20,5% de la población, no accedió a una dieta saludable. Esto como consecuencia del encarecimiento de la comida saludable en los últimos años. El costo promedio al día por persona pasó de US$3,08 en el 2017 a US$3,28 en 2020.
Perú es el país de Suramérica con la inseguridad alimentaria más alta, en una clasificación en la que Venezuela, Colombia o Bolivia no presentaron datos.
La organización explicó que la inseguridad alimentaria va de la mano con un aumento acelerado de la pobreza que se ha agravado en Perú en los últimos años. La pobreza hace más difícil el acceso a una dieta saludable, que en el país andino cuesta 3,28 dólares por persona al día, y que según la organización solo pueden consumir la mitad de la población.
Esta ausencia de una dieta saludable que provoca la falta de medios económicos, hace aumentar los índices de anemia, sobrepeso y de obesidad. «Esta situación no deja más alternativa que el consumo de alimentos ultra procesados con alto contenido de azúcar, sal y grasas saturadas perjudiciales para la salud», señaló la FAO Perú.