Continúa multiplicándose por todo Lima las llamadas telefónicas que buscan extorsionar o sorprender a incautos ciudadanos. He tenido la fortuna, mejor dicho el infortunio, de recibir, no solo yo, sino asimismo mi familia, esas llamadas de marras.
Papá, estoy en la comisara, a mi amigo lo agarraron con droga. Tienes que dar plata para que me suelten, fue un llamado a las 5 de la mañana en esta semana que me desperté y el corazón se me desgarró. Mi esposa me arrebató el teléfono e insultó al que llamaba. Por supuesto todo era mentira, pero a mi se me subió la presión. A mi hijo, menor de edad, lo haba dejado en la casa de un amigo en la playa el día anterior y coincida que no estaba en casa.
Me comuniqué mas tarde con mi hijo y para no asustarlo solo le pregunté si estaba bien, porque se había olvidado su Ventolin, un medicamento para el asma.
Igual recuerdo llamaron a las 2 am a la casa de una amiga, diciendo que su hermano menor estaba secuestrado. La madre se puso pálida a punto de desfallecer, hasta que uno de los hijos fue al cuarto de su hermano y vio que estaba durmiendo. Corriendo fue a avisar, pero el daño estaba hecho.
A mi madre, de 91 años y de buena salud, la telefonearon a las 4 pm en julio pasado y le dijeron que me tenían retenido y que querían 10 mil dólares por mi liberación. Mi mamá, aturdida, dijo que era jubilada y que tena mucho menos. No importa -le dijeron- deposite esa cantidad en el Interbank de la Av. La Marina y pregunte por Mara. Justo ella estaba sola, pues mi hermana se encontraba fuera del país, pero una vecina ayudó a que los desalmados no se salgan con la suya. Tal fue la impresión para mi pobre madre que al día siguiente bajando la escalera le dio un desmayo y se rompió la cabeza. Gracias a Dios está bien, pero esos malditos siguen sorprendiendo impunemente a muchas personas.
También se comunicaron, poco tiempo después, con la casa de mi hermana para decirle que su esposo haba sido asaltado en el distrito de La Victoria, que él estaba bien pero se encontraba en la comisaría, porque al repeler el ataque tiro una piedra y le cayó a un niño de siete años con síndrome de Down y que tena que llevar dinero. Bastante imaginación.
A mi suegra le avisaron hace un par de años para decirle que mi fallecido suegro, que había trabajado en el Ministerio de Industria, le había dejado un pozo de dinero y que si no desembolsaba una cantidad para liberar el cheque, al día siguiente, lo perdía. Hasta dejaron un número de teléfono. Mi suegra emocionada habló con mi esposa y ella la cuadró y le hizo ver que era una estafa.
Recuerdo que puse al corriente a un canal de televisión advirtiendo el proceder de los malhechores y me dijeron que esas llamadas eran conocidas y que en varias oportunidades se habían ocupado del tema. Plop!
Otro caso: llaman supuestamente de Telefónica para decir que ha sido premiado con pagar la mitad del recibo este mes y que d los nombres de otros familiares para que también sean beneficiados. Si caes en la trampa, en unos das te llama un supuesto familiar para decir que está secuestrado y que deposite una plata para su liberación o igual supuestamente de Claro: que ha ganado una camioneta 4 x 4 y que tiene que desembolsar.
Las llamadas de terror continúan y está ausente una campaña de los medios de difusión alertando sobre esta situación, y falta, asimismo, que la policía de unas recomendaciones a la población para evitar ser sorprendida. Recuérdese que recientemente un famoso y octogenario líder político cayó víctima de una estafa. A usted le puede tocar una de esas desagradables llamadas ¡Esté alerta!
*Periodista. Miembro de la Prensa Extranjera.
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