Millones de prendas se acumulan en un vertedero clandestino en el desierto de Atacama y evidencian el peligro de la moda rápida
El desierto de Atacama, en el norte de Chile, se ha convertido en el escenario de una imagen que simboliza el consumismo extremo y la desigualdad. El lugar está plagado de las prendas que personas desecharon en búsqueda de prendas para vestir o revender y ganarse la vida.
La ropa de segunda mano que llegó de Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia, fue descartada para su reventa y acabó en este vertedero al aire libre emitiendo gases tóxicos mientras se descompone.
Ese basurero clandestino se ha ido levantando de los descartes de las 59.000 toneladas de ropa que llegan cada año a Chile, la mayoría son artículos usados, pero también hay algunos sin estrenar con la etiqueta de venta todavía puesta.
Peligro de la moda rápida
Según un estudio de la ONU, la producción de ropa en el mundo se duplicó entre 2000 y 2014, lo que ha dejado en evidencia que se trata de una industria “responsable del 20% del desperdicio total de agua a nivel global”
La industria textil ha expuesto el alto costo de la moda rápida, con trabajadores infrapagados, denuncias de empleo infantil y condiciones deplorables para producir en serie.