Por Stakeholders

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El Año Internacional de la Energía Sostenible para Todos ofrece una valiosa oportunidad para profundizar la toma de conciencia sobre la importancia de incrementar el acceso sostenible a la energía, la eficiencia energética y la energía renovable en el ámbito local, nacional, regional e internacional. 

Los servicios energéticos tienen un profundo efecto en la productividad, la salud, la educación, el cambio climático, la seguridad alimentaria e hídrica y los servicios de comunicación. 

La falta de acceso a la energía no contaminante, asequible y fiable obstaculiza el desarrollo social y económico y constituye un obstáculo importante para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. 

Sin embargo, 1.400 millones de personas carecen de acceso a la energía moderna, en tanto 3.000 millones dependen de la «biomasa tradicional» y carbón como las principales fuentes de energía. 

Antecedentes: 

En los países en desarrollo, hay más de 3.000 millones de personas que dependen de la biomasa tradicional para cocinar y como fuente de calefacción, y 1.500 millones de personas que carecen de electricidad, así como millones de pobres que no pueden pagar estos servicios energéticos, incluso si están disponibles. 

La energía y el desarrollo sostenible: 

Existe una relación inextricable entre la energía y el desarrollo sostenible que pone de relieve la importancia de una energía moderna, menos contaminante y eficiente para erradicar la pobreza. 

El acceso a servicios energéticos modernos y asequibles en los países en desarrollo es esencial para lograr los objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente, incluidos los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y el desarrollo sostenible, lo cual ayudaría a reducir la pobreza y a mejorar las condiciones y el nivel de vida de la mayoría de la población mundial. 

La importancia de la tecnología: 

Es primordial invertir en el acceso a opciones de tecnología energética menos contaminante y en un futuro para todos con capacidad para adaptarse al cambio climático, así como la necesidad de mejorar el acceso a recursos y servicios energéticos para el desarrollo sostenible que sean fiables, de costo razonable, económicamente viables, socialmente aceptables y ecológicamente racionales. 

Asimismo, para utilizar en mayor medida las fuentes de energía nuevas y renovables disponibles y ampliar la prospección de fuentes adicionales menos contaminantes hay que transferir y difundir tecnologías a escala mundial, en particular mediante la cooperación Norte-Sur y Sur-Sur y la cooperación triangular. Es necesario adoptar más medidas para estimular la aportación de recursos financieros suficientes, de buena calidad y que lleguen en el momento oportuno, así como la transferencia de tecnología avanzada a los países en desarrollo y los países de economía en transición para facilitar un uso más amplio y eficiente de las fuentes de energía, en particular las fuentes de energía nuevas y renovables. 

Las políticas energéticas: 

Es fundamental que las políticas y estrategias nacionales combinen, cuando corresponda, un mayor uso de fuentes de energía nuevas y renovables y de tecnologías de baja emisión de gases de efecto invernadero, incluidas tecnologías menos contaminantes para el aprovechamiento de los combustibles fósiles, y el uso sostenible de servicios energéticos tradicionales, y de aumentar la capacidad nacional para atender a la creciente demanda de energía, cuando corresponda, con el apoyo de la cooperación internacional en este ámbito y la promoción del desarrollo y la difusión de tecnologías energéticas adecuadas, asequibles y sostenibles, así como la transferencia de esas tecnologías en condiciones mutuamente convenidas. 

Una nueva iniciativa mundial: 

Con la dirección del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, ONU-Energía, un grupo de coordinación de 20 organismos de las Naciones Unidas, preparan una nueva inciativa mundial, Energía Sostenible para Todos. 

Esta iniciativa hará partícipes a los gobiernos, el sector privado y asociados de la sociedad civil en todo el mundo para lograr tres objetivos importantes para 2030: 

Garantizar el acceso universal a servicios energéticos modernos.

Reducir la intensidad energética mundial en un 40%.

Incrementar el uso de la energía renovable a nivel mundial al 30%. 

Fuente: +Noticias positivas







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