Un estudio, llevado a cabo por la fundación alemana Rosa Luxemburgo y Action Aid, revela que solo un 29 % de la población mundial cuenta con protección social total ante los efectos de la crisis climática. En tanto, 4.000 millones de personas se encuentran en total desprotección frente a desastres como inundaciones o ciclones provenientes de este contexto.
“Evitando la espiral de la pobreza climática. Protección social para abordar pérdidas y daños provocados por el clima” es el nombre del informe. Desde la ONG Alianza por la Solidaridad, que forma parte de la red de Action Aid, señalan que este trabajo aborda la importancia de las políticas sociales para salvaguardar las economías y las comunidades, a la vez que hacen un llamado a los gobiernos a actuar con urgencia.
Por ello, desde la fundación alemana Rosa Luxemburgo y Action Aid refirieron que la protección social “merece mucha más atención en los debates nacionales e internacionales sobre el cambio climático, aunque actualmente se pasa por alto en favor de enfoques más riesgosos como los seguros privados”.
Entre otros hallazgos, se encuentra que el 45% de personas poseen al menos un tipo de protección social. Asimismo, recomiendan herramientas para implementar buenas prácticas en la protección social no solo frente al cambio climático, sino también considerando la pandemia por el nuevo coronavirus.
Por otro lado, las mujeres y niños son una población vulnerable ante fenómenos de este tipo. Es por ello que en el informe hacen énfasis en su protección mediante sistemas y planes nacionales que contemplen una cobertura universal. Se menciona que la resiliencia, la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y los derechos humanos son favorecidos con la adopción de políticas de cobertura social sobre la crisis climática.
En ese sentido, es fundamental que la comunidad internacional apoye a los gobiernos que necesiten financiamiento, por ejemplo. El Mecanismo Internacional de Varsovia sobre Pérdidas y Daños (WIM) o el Fondo Verde del Clima son alternativas para este objetivo, señalan desde la Alianza por la Solidaridad- Action Aid.
A eso añaden la urgencia de incorporar mecanismos como el “alivio de la deuda externa” y los “impuestos progresivos que impliquen un mejor reparto de la riqueza”, en las naciones más afectadas por la crisis climática.
Los riesgos son grandes. Desastres como la pérdida de cosechas por sequías, inundaciones o consecuencias derivadas que consisten en la destrucción de viviendas, reducción de la pesca y más, son una amenaza real que experimentan en la actualidad varios países. No obstante, tampoco hay que olvidar las que están a largo plazo, entre las que se encuentran el retroceso de glaciares, por ejemplo, y que conlleva severos riesgos.