Se proyecta un buen futuro para las inversiones responsables en Latinoamérica dado su avance en los últimos años. Eduardo Atehortúa, director para América Latina de Principios para la Inversión Responsable ( PRI), señaló al medio colombiano Portafolio que en la región las inversiones responsables tendrán mayor protagonismo en los próximos años, de la misma manera que más inversores apuestan por considerar criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) en sus decisiones de finanzas.
Para él, las inversiones responsables “son cada vez más importantes porque es más claro que las empresas y proyectos en los que se invierten no solamente deben generar valor económico, sino también valor social y ambiental”.
En este contexto, resulta alentador que se haya organizado a inicios de noviembre un Congreso Hispanoamericano de inversión responsable, en el que más de 30 especialistas de países de Latinoamérica, Estados Unidos y Europa disertaron respecto al tema junto a representantes de diversas organizaciones de Perú, Colombia, Chile, Costa Rica, Panamá, Bolivia, Argentina, Uruguay y Ecuador.
En ocho sesiones de cuatro días, los participantes abordaron aspectos como los desafíos de los reportes ASG para inversionistas y empresas, el riesgo del cambio climático en inversiones, las mejores prácticas globales de integración de ASG y más.
Para Atehortúa, una de las conclusiones a las que se llegó fue al consenso de que las inversiones en América Latina progresan y la certeza de que con los años será una práctica común. De acuerdo al PRI, la inversión responsable es “una estrategia y práctica que incorpora los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) en las decisiones de inversión y la administración de activos. Además, complementa las técnicas tradicionales de análisis financiero y de construcción de portafolios”.
Antecedentes en inversión responsable existen. Y es que hay rastros de ellas desde la aparición en sí misma de la inversión como práctica. No obstante, puntos como la concientización de los problemas ambientales ha llevado a su aceleramiento y una mayor presencia en los sectores. Esto se hizo más evidente en los años 80’ cuando el cambio climático empezó a ser considerado por varias organizaciones, por ejemplo.
Larry Fink, presidente y consejero de BlackRock, que es en el mundo la entidad de gestión de activos más importante, entiende que hay un cambio rápido en las estructuras de las finanzas como consecuencia de esa mayor concientización ambiental, por lo que “la evidencia con relación al riesgo climático está convenciendo a inversionistas a reevaluar los supuestos básicos sobre las finanzas actuales”, apunta.
En ese sentido, agrega que investigaciones de organizaciones como del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU, el BlackRock Investment Institute y otros “están profundizando nuestra comprensión respecto a cómo el riesgo climático impactará tanto nuestro mundo físico como el sistema global que financia el crecimiento económico”.
Además, para él la sostenibilidad viene siendo un componente vital para la atracción de nuevos capitales, lo que exigirá al mismo tiempo una mayor transparencia en la implementación de acciones sobre ella, y la cual influirá en la relación entre los actores del sistema financiero.
En suma, hay muchas expectativas para los años siguientes sobre el tema, a pesar de la recesión sufrida por muchos países a raíz de la crisis sanitaria. Eduardo Atehortúa refiere que se tiene previsto otro Congreso Hispanoamericano de inversión responsable en Santiago de Chile, que se espera sea de manera presencial y con fecha aproximada al último trimestre del 2021.