Por Stakeholders
Lectura de:
El 5 de marzo se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética, una fecha crucial para reflexionar sobre el uso responsable de la energía y su papel fundamental en la lucha contra el cambio climático. Este día resalta la necesidad de transformar el sector energético global, ya que la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) estima que para 2050 el 90% de la electricidad mundial debería provenir de fuentes renovables para afrontar este desafío de manera efectiva.
Según datos de las Naciones Unidas, los combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas, son responsables de más del 75% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y aproximadamente el 90% de las emisiones de dióxido de carbono. Ello hace más que necesario la importancia de reducir estas emisiones a la mitad para 2030 y lograr emisiones netas cero para 2050, con el fin de mitigar los efectos más graves del cambio climático.
En América Latina, países como Perú y Chile han avanzado en la adopción de políticas y tecnologías orientadas a la optimización del consumo energético. Perú se ha comprometido a alcanzar un 20% de producción de energía renovable no convencional para el 2030, como parte de su decreto ministerial que declara la emergencia climática como una prioridad nacional. Por su parte, Chile, con su Ley de Eficiencia Energética de 2021, ha establecido objetivos ambiciosos como reducir en un 10% la intensidad energética para 2030.
La digitalización como motor de eficiencia energética
En la Cumbre sobre el Clima de Naciones Unidas -COP29- celebrada en 2024, por primera vez se dedicó una jornada a la digitalización como palanca fundamental para la descarbonización y la adaptación de la economía a esta nueva realidad. La declaración, impulsada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU) de Naciones Unidas, resaltó la importancia de las tecnologías digitales para mitigar el cambio climático, facilitando la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en diversos sectores económicos.
En este escenario, empresas como Schneider Electric han desempeñado un papel clave en la promoción de soluciones que optimizan el consumo energético en sectores estratégicos.
LEA TAMBIÉN: El objetivo climático de la UE para 2040 es insuficiente para cumplir el límite de 1,5 ºC
Carlos Rizik, líder de planta de Schneider Electric en Chile, explica que «la digitalización y automatización son esenciales para mejorar la eficiencia energética. La implementación de dispositivos y sensores inteligentes, sumado al monitoreo en tiempo real, permiten a las empresas reducir su consumo y minimizar su huella de carbono».
A medida que América Latina avanza en la adopción de tecnologías limpias e inteligentes, la digitalización se consolida como una herramienta clave para optimizar el uso de los recursos y reducir el impacto ambiental. En este contexto, iniciativas que promuevan la innovación y la automatización serán determinantes para construir un futuro más eficiente y resiliente.
