Por Stakeholders
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Durante su intervención en el Foro Económico Mundial (FEM) en Davos, el presidente argentino Javier Milei calificó de “fanáticos” a quienes luchan contra los riesgos del calentamiento global. Su discurso no solo encendió el debate entre los líderes presentes, sino que también suscitó críticas de organismos internacionales.
“El wokismo se manifiesta en el siniestro ecologismo radical y la bandera de cambio climático. Nadie quiere vivir en un basurero, pero pasamos a un ambientalismo fanático donde los seres humanos somos un cáncer que debe ser eliminado y el desarrollo económico es poco menos que un crimen contra la naturaleza. La Tierra ya ha tenido cinco ciclos de cambios bruscos de temperatura y en cuatro de ellos el hombre ni existía», afirmó el mandatario durante la conferencia que se realizó en Suiza.
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Milei, que previamente había retirado a la delegación argentina de la COP29 en Azerbaiyán, ha catalogado al cambio climático como una “mentira del socialismo”. Según él, las simulaciones climáticas están manipuladas para “infundir miedo y recaudar fondos”.
Amnistía rechaza declaraciones de Milei
Tras el discurso, Amnistía Internacional de Argentina respondió contundentemente a las afirmaciones del mandatario, destacando que el negacionismo climático contradice el consenso científico global. “El cambio climático es real, causado por actividades humanas. Mientras los países del norte generan el 90 % de las emisiones de gases de efecto invernadero, el sur global enfrenta las peores consecuencias: sequías, inundaciones y desastres que afectan derechos básicos”, señaló la organización.
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Amnistía también subrayó que incluso organismos internacionales como el FMI han reconocido la crisis climática como una amenaza económica global. “Nuestro presidente debe asumir la responsabilidad de sus palabras y dejar de fomentar expresiones que incitan a la discriminación y atentan contra principios básicos de igualdad y respeto”, concluyó el comunicado.
Un discurso que divide
La postura de Milei refuerza la percepción de que su gobierno está alineado con líderes como Donald Trump, quien también se retiró del Acuerdo de París. Sin embargo, estas ideas generan preocupaciones en un contexto donde los desastres climáticos son cada vez más frecuentes, afectando especialmente a los países del sur global.
